El agradecimiento eterno de la hermandad de Los Gitanos a la duquesa de Alba se materializa en la visita que la cofradía hace cada año a la Casa de las Dueñas. Ya sea durante la Madrugada o en la mañana del Viernes Santo, ya de regreso, los pasos del Señor de la Salud y de la Virgen de las Angustias se vuelven para saludar a la gran benefactora de la hermandad.
Doña Cayetana, incluso siempre mandaba preparar un avituallamiento para los costaleros, que entraban en la Casa a reponer fuerzas. Tanta importancia tiene para la hermandad esta visita, que ha habido años en los que ha cambiado los horarios a petición de la Duquesa, como ocurrió en 2009.
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