El hermano mayor de la Macarena, Manolo García, ha comenzado a dar pasos para conseguir un crucificado con objeto de que llene el vacío que dejó el “Santo Cristo”,antiguo titular de la cofradía y desaparecido en el saqueo de la iglesia de San Gil en 1936.
El objetivo es conseguir la cesión de un crucificado antiguo, que pueda recibir culto en la Basílica, concretamente, en la conocida “capilla chica”, ubicada en la trasera del camarín de la Macarena y que va a ser objeto de una remodelación en el conjunto de actuaciones que tiene previsto hacer la hermandad tras la próxima Semana Santa.
En el Palacio Arzobispal ya consta una petición del propio García en el que solicita la cesión de algún antiguo crucificado que la diócesis pueda tener entre sus bienes y sin culto.
No obstante, con independencia de la generosidad del arzobispado, el propio hermano mayor de la Macarena – que ha actuado con discreción y con el conocimiento, sólo, de una parte de su junta de gobierno - ya ha puesto sus ojos en el Cristo de las Misericordias del Convento de Santa Isabel. Una obra tallada por Juan de Mesa en 1622y que recibe culto por parte de las monjas filipenses de dicho convento.
Se trata de una imagen que ha estado olvidada durante años y que, precisamente, en el pasado mes de abril tuvo un besapiés organizado por las monjas junto a un grupo de devotos – algunos de ellos, de la hermandad de la Macarena - que están potenciando su culto. De hecho, para este año se está trabajando en la organización de un Vía Crucis por la zona.
No es la primera vez que una hermandad se fija en él. Hace 28 años la hermandad del Carmen Doloroso, cuando sólo tenía la Virgen, inició unos trámites pero las monjas les dijeron que era legalmente imposible el acuerdo de cesión.
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