Unos setenta vecinos secundaron ayer la manifestación convocada en los alrededores del santuario de Conforto en señal de protesta por la polémica restauración de la talla de Nuestra Señora, acto que coincidió con la misa oficiada por el párroco Xosé Anxo Fernández, del que piden la dimisión. Los confortinos respetaron el ritual católico y a la escasa decena de personas -romeros y peregrinos- que decidieron asistir, pero barajan la posibilidad de boicotear la misa del próximo domingo e impedir el paso del sacerdote a la iglesia.
Los miembros de la asociación de vecinos de Conforto, constituida recientemente a raíz de la polémica, explicaron que seguirán luchando «o tempo que faga falta» hasta que Fernández abandone la parroquia. «Ata o de agora deixamos sempre que o cura dixera as misas. Decidimos deixar de acudir a elas ao longo da semana e o domingo, cando máis xente se pode reunir, manifestarnos na súa contra, aínda que
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