"No creo que tenga que esforzarme más por ser mujer; todo tiene que ser natural"

EVA CASTAÑEDA. HERMANA MAYOR ELECTA DE LA HERMANDAD DEL PERDÓN

Su entrada en la jerarquía cofrade de la ciudad se produce desde la 'naturalidad' y no considera que ser la primera mujer que llega al cargo en Jerez deba tener mayores consecuencias

La hermana mayor de la hermandad del Perdón en la sede de la cofradía, la ermita de Guía.

-¿Cómo lleva lo de ser la primera hermana mayor que es elegida para el cargo en las hermandades de Jerez?

-Estoy muy contenta y orgullosa de encabezar mi hermandad de toda la vida. El ambiente que veo a mi alrededor es que la gente, y mi gente, está muy contenta. En mi hermandad se lo toman con mucha naturalidad, del mismo modo que yo.

-¿Es consciente de que hace historia en el mundo cofrade local?

-Bueno, en cierta forma sí. Mi intención no fue para nada tener en cuenta esa circunstancia cuando decidí presentar mi candidatura. Incluso no pensé que tendría tanta repercusión en la ciudad. No oculto que es un orgullo y a la vez una responsabilidad, porque estás en el punto de mira del resto y sobre todo ante las mujeres cofrades. Sinceramente, creo que no tendré que esforzarme más por ser mujer. Insisto, hay que tomarse esto con naturalidad y verme como a otros iguales sin tener en cuenta la cuestión del género.

-¿La mujer en la gestión directa de las hermandades es ya algo común o considera que las cofrades deben tomar su ejemplo de decisión y valentía?

-Creo que es importante que las mujeres seamos ante todo cofrades y, si llegado el momento, dar el paso adelante, las animo a que tomen la decisión cuando considere que la hermandad lo necesita. No obstante, sí te confieso que estoy muy decidida. Pese a que me cuesta tomar decisiones, cuando doy el paso y asumo el compromiso lo hago con todas las consecuencias.

-¿Ha percibido alguna reticencia o por el contrario todo han sido halagos?

-Por ahora no he recibido o caído en alguna y mucho menos en mi hermandad. Todos están supercontentos.

-¿Por qué decidió presentarse a hermana mayor?

-En enero, cuando se empezó a hablar de las elecciones en la hermandad, me lo planteé e incluso me animaron a ello. Hice mis consultas con algunos hermanos que me animaron a dar el paso al entender que yo era una buena opción.

-Quien no la conozca podría pensar que su decisión podría entenderse como un esnobismo. Sin embargo su recorrido en El Perdón dice lo contrario, ¿cuál es esa trayectoria?

-Soy hermana desde 1996. Mis hermanos de sangre son desde siempre del Perdón, por lo que he estado por la cofradía desde que tengo uso de razón. Mi compromiso con la hermandad es amplio. He sido responsable del grupo joven y del grupo de mujeres, además de implicarme en todos los trabajos propios de la hermandad como trabajar en la feria, los cultos, etcétera.

-¿Quién o quiénes son sus referentes en las hermandades?

-Mis referentes son mis hermanos. Principalmente. Ellos que me han enseñado a vivir la hermandad todo el año y adoptar a la hermandad en mi día a día

-¿Cómo se nos define como cofrade?

-Me gusta la vida interna en la hermandad y también las cofradías en las calle. Allí donde hay un paso, allí está Eva. Insisto que la vida interna me gusta; no tengo una especial predilección por otra hermandad; me encantan todas aunque en lo musical tengo mis preferencias como por ejemplo la marcha 'Mi amargura' y 'Amarguras', especialmente esta última porque desde que la Virgen sale en su palio se le toca como primera marcha en recuerdo de que su advocación original fue la de Amargura. Me quedo con el Miércoles Santo como día preferido, después del Domingo de Ramos lógicamente, y me inclino más por los misterios pero me gusta más la música de palio.

-¿A dónde desea llevar a su hermandad en estos cuatro años?

-Mi objetivo principal es que la hermandad se mantenga unida y crezca en el concepto de hermandad. Quiero continuar con la labor de los 50 años que han quedado atrás en la historia de la cofradía. Que esté viva, que compartamos la fe y que estemos unidos. En lo patrimonial, vamos a intentar acabar la canastilla del paso de misterio con la realización del apostolado. En la estética de la cofradía, considero que la evolución experimentada es la que nos ha llevado a lo que han decidido los hermanos. Evidentemente hemos variado en eso pero nuestra idiosincrasia sigue respetando nuestros orígenes