Dice el refrán que «A quien madruga Dios le ayuda». Pero madrugar tal día como hoy, 15 de agosto, entraña una «recompensa» especial. Más allá de participar de una de las procesiones de mayor solera y mesura de la ciudad, que no es poco, el sevillano se habrá reencontrado con viejas sensaciones, con toda esa atmósfera que sólo es capaz de crear la Virgen de Los Reyes.
Cada cual realiza una particular peregrinación hacia el encuentro con lapatrona de la Archidiócesis. Las hay de gran kilometraje y compromiso, como por ejemplo la realizada por fieles de Villanueva del Ariscal esta madrugada, buscando las misas previas al cortejo.
La Virgen de Los Reyes por Alemanes / Fran Piñero
Las hay más cercanas, pero de igualmente plausible esfuerzo, como la de aquellos devotos que a las 2:00 horas ya se encontraban frente a laPuerta de Palos, de la que la Virgen no emergería, siempre con exquisita puntualidad, hasta las 8:00 horas.
Por último está la peregrinación del contraste, la de partir desde los barrios de una Sevilla desértica de agosto e ir encontrando, conforme uno se iba acercando al entorno catedralicio, un hervidero de personas buscando el mejor sitio posible casi al compás de unas campanas que repicaban «nerviosas» cuando la Virgen ya estaba en su plaza.
El «premio» de este 2015 ha sido también el meteorológico, no sólo por el cielo azul «Purísima» que cubría la escena sino por unas temperaturas más bajas de lo habitual, de sensación térmica menor de 20º, y que en sombra eran una auténtica delicia.
Máxime si se recibía el fragante aroma de los nardos y claveles que Floristería Ramitos había dipuesto con maestría en las esquinas y tras la regia jamuga.
Otra recompensa es la que los más pequeños viven en este Día de La Asunción. No pocos niños asistían, de la mano y explicaciones de sus padres, al discurrir de un cortejo siempre fluido, aún más este año con lareducción de la representación consistorial marcada por el alcalde Espadas.
Así, los chavales han distinguido que éste es un palio de tumbilla, tan diferente a los cofradieros, y como en este 2015 hacía el mejor conjunto posible con el manto celeste de Olmo y Herminia Álvarez, el creado para la coronación canónica de esta imagen en 1904, la primera de Sevilla.
El palio de tumbilla entre luces y sombras, como es habitual en este Día de La Asunción / Fran Piñero
Lo habrán constatado especialmente al verla bajar de Alemanes o subir por Fray Ceferino González, cuando los primeros rayos del sol se proyectaban sobre la patrona, que andaba ceremoniosamente a los sones deEsperanza Macarena y Virgen de La Paz, respectivamente.
También ha tenido un inusual privilegio el Obispo Auxiliar, Santiago Gómez Sierra, encargado de presidir la autoridad eclesiástica dada la ausencia del Arzobispo Asenjo, convalenciente de diverticulitis aguda.
Esta Presidencia, siempre detrás del paso, ha recibido los rostros de las tallas anónimas cuando los costaleros realizaban las posas, o giros completos en cada esquina del breve pero solemnísimo itinerario, de nuevo vallado en todo el perímetro, lo que hacía casi imposible ver el transitar desde las Gradas de la Catedral.
De esta forma, cada vez se fue concentrando más público, conforme la Virgen alcanzaba la Plaza del Triunfo (9:15), tras una nube de volátil incienso.
Gentío en la calle Fray Ceferino González minutos antes de las 9 de la mañana / Fran Piñero
La visión, mitad ya duermevela y realidad, tocaba a su fin. Al menos en la calle, pues en el interior de la SEO todo se preparaba para una Eucaristía estacional, que dio comienzo minutos después de las 9:30 horas, una vez que el cortejo se hubo recogido, como es precepto.
El sueño, que al principio faltaba, puede ahora recuperarse. Precisamente contemplando en sus iglesias a las Vírgenes dormidas, como la delTránsito del Pozo Santo o laDormición de Santa Rosalía, complemento perfecto para este día de recompensa espiritual por excelencia.
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