miércoles, 19 de agosto de 2015

«Al vestir una imagen lo ideal es un consenso de la priostía con el vestidor»

Antonio Bejarano viste una decena de Vírgenes en Sevilla capital y otras en varios lugares de Andalucía

Antonio Bejarano es uno de los más afamados vestidores de imágenes sagrada de la ciudad de Sevilla, aunque su arte se extiende a su provincia y otras de la geografía andaluza. Nacido en Sevilla capital esmacareno de nacimiento por familia y hermano desde el bautizo. También es hermano de número Los Servitas, Pastora de Capuchinos (ha pertenecido a varias juntas de gobierno), Silencio de Sanlúcar de Barrameda y San José Obrero de Sevilla. No concibe la vida sin Sanlúcar de Barrameda y sin Sevilla. Estudió en los Salesianos de la Trinidad y el Licenciado en Publicidad. He trabajado durante muchos años en el mundo de la moda. En la actualidad es director y presentador del magazine matinal “Estilo Sevilla” en Sevilla FC Radio. También en Sevilla FC TV ha dirigido y presentado varios programas y trabajado en Giralda TV retransmitiendo la Semana Santa de Sevilla, Simof y Sevilla de moda. Tertuliano en distintos programas de televisión.

En la pasada cuaresma, junto a Nacho Rico y Jesús Romanov, sacó al mercado el libro “Imago Mariae. El arte de vestir vírgenes” con la editorial Jirones de Azul. Ha pronunciado distintos pregones desde que diera en el año 1999 el pregón de Daroal. En el año 2014 pronunció el pregón de la Semana Santa de Sanlúcar de Barrameda. En Sevilla, actualmente, viste a la Divina Pastora Coronada de Capuchinos, Dolores de San José Obrero, Tristezas de Vera Cruz, Montserrat, Angustias de los Gitanos, Mayor Dolor y Guadalupe de las Aguas, Patrocinio, Divina Gracia de Padre Pío y Desamparados de Alcosa. También en varias localidades de la provincia de Sevilla, Huelva capital y provincia, Córdoba capital y Sanlúcar de Barrameda. Estuvimos con este cofrade que nos expresó sus inquietudes sobre el arte de vestir imágenes sagradas y sus proyectos de futuro.

– ¿Qué supone ser vestidor de imágenes sagradas?

– Pues son muchas sensaciones personales, pero la más importante sin duda es la responsabilidad. No sólo es colocar de mejor o peor forma un tejido o un encaje. Hay que buscar que la imagen esté lo más favorecida posible para que la atención de los fieles sea mejor y resulte atractiva para la oración. Aunque pueda parecer algo frívolo no lo es en absoluto. Sacar el mejor partido a la Virgen conociendo su fisonomía y el estilo de hermandad en la que se encuentre es primordial. También hay seguridad a la hora de colocar las cosas. Que no se caigan en el paso, que aguanten las levantás, que vuelva al templo tal y como salió. Es un trabajo delicado, pero también de mucha técnica y seguridad. Si se parte un cirio o una trabajadera se queda en la anécdota. Si es una corona… al día siguiente es referencia en todos los medios.

La Pastora de Capuchinos / RECHI

– ¿Cual fue la primera imagen que vistió? ¿Qué recuerda de aquel momento?

– Mi Pastora de Capuchinos. La osadía de la adolescencia… Lo recuerdo perfectamente porque era un cinco de Enero, día de la cabalgata de Reyes. Las hermanitas de la Cruz tenían que volver antes al Convento y de los que estábamos allí, una de las hermanas me dijo que si me atrevía a colocar la mantilla… y así lo hice. Hay amigos que se lo saben de memoria de la cantidad de veces que lo he contado y siempre hay risas cuando lo recordamos. Pasaron otros cambios y al llegar mayo y tener que subirla al paso, la hermana me dijo que con el hábito le era más complicado subirse y que si le podía colocar el manto. Es la primera Virgen que vestí pero no de manera continuada al principio. Esta pasada sabatina de junio, la junta de gobierno -por sorpresa- me entregó un diploma y una condecoración en plata como recuerdo de esos 25 años desde la primera vez. Ni pensaba, ni quería, ni por asomo podía imaginar que iba a desarrollar una vida como vestidor, aunque también te digo que yo no me considero vestidor. Creo que es una circunstancia en mi vida, que me gusta mucho y también hace que sacrifique otras muchas. Una faceta importante, aunque no la única.

– ¿Quien debe decidir qué prendas o atavíos se ponen a una imagen?

– Hay de todo… Desde auténticas familias donde los priostes y camareras que me piden consejo hasta para elegir las enaguas hasta el prioste que quiere controlar hasta los alfileres que se ponen… Lo ideal es que las camareras tengan su función con la ropa interior de la Virgen para colocarla, limpiarla, etc. Que los priostes elijan la ropa que se va a poner y que el vestidor desarrolle su labor. Lo ideal es un consenso de la priostía con el vestidor. Pero ya te digo que hay de todo. La camarera de “toda” la vida que quiere seguir imponiendo su criterio y su gusto aunque las modas hayan cambiado, el prioste que antes de su junta de gobierno y después de acabar parece que no existía la cofradía, con lo cual no le gusta nada que no haya hecho él, hasta el hermano mayor que aparece el día del paso para opinar, pasando por la cantidad de expertos que han ido saliendo en las cofradías en los últimos años. Es increíble que hoy todo el mundo sabe de bandas, costaleros, capataces, flores, vestidores… Está de moda y en cierta medida me parece bien porque hace que se mejoren las cosas. Éstos son ejemplos reales, pero gracias a Dios no son todos, por supuesto. También habrá vestidores que quieran imponer su criterio contra viento y marea.

Quizá podría responderte de manera más políticamente correcta, pero como así lo siento… así te lo digo. Ojalá algún día se pongan de moda las diputaciones de caridad, de cultos, mayordomía o secretaría… y vuelvan a ir los hermanos jóvenes y no tan jóvenes a limpiar enseres como cuando yo estaba en el grupo joven de los Servitas.

La Virgen de las Tristezas de la hermandad de Vera Cruz / M. J. RODRIGUEZ RECHI

– ¿El arte el vestir imágenes sagradas está suficientemente valorado?

– Sinceramente… a veces demasiado. Jamás vi una mesa redonda y muy pocos artículos con los grandes maestros. Antes el vestidor era intocable y hoy día se utiliza también al vestidor como arma arrojadiza o como un aval cuando hay distintas opciones de junta de gobierno. En otras, en cambio, es una labor importante a la que no se le da el mérito ni la importancia que tiene. Hay hermandades que están muy pendientes -lógicamente- de las bandas, de las flores, de la puesta en escena de la cofradía y luego les da igual si las imágenes tienen mejor o peor ajuar durante el año o están mejor o peor vestidas… Miran más las 8 ó 10 horas de la hermandad en la calle y olvidan los 364 días restantes. Como en todo, en el término medio está la virtud.

– ¿Se puede vivir de este arte?

– Yo no lo sé. Ahora mismo no recuerdo ningún vestidor ni actual ni de los vestidores clásicos que sólo se hayan dedicado a vestir Imágenes. Es cierto que muchos de ellos tienen trabajos relacionados en todo o parte con el mundo de la Semana Santa (bordadores, floristas, tallistas, diseñadores, fotógrafos…) A veces, las hermandades, se gastan mucho dinero en bandas y flores -que me parece además lo correcto- y piensan  que el vestidor tiene el honor -que lo tenemos- de vestir a la Virgen y con eso vamos aviaos. No caen en que se realiza un trabajo que no todo el mundo hace… ni las horas ni los días que nos llevamos en las iglesias. En mi caso, desde bodas hasta bautizos de primos míos he tenido que dejar de asistir porque alguna virgen tenía un culto o besamanos y no podía cambiarse otro día. Así como anular viajes o planificar las vacaciones según los calendarios de vestimentas. En el tema del vestidor, falta aún educar a los cofrades. No a todos, pero sí a muchos mayordomos en ese aspecto. Aunque también es verdad que hay hermandades que no saben cómo agradar más y te invitan a cultos, actos, excursiones, comidas de hermandad, te envían boletines, carteles, felicitaciones de Navidad… Hacen que te sientas como parte de la familia, su familia.

– ¿Quién ha sido su vestidor de referencia?  

– Todos tienen o han tenido algo que han sido referencia. De todos se aprende. De las nuevas generaciones hay gente que viene con mucho gusto y destreza y que saben lo que hacen. De la generación media en la que me encuentro, hay compañeros que están más que consagrados. Auténticos creadores y artistas. De los grandes maestros… todos. Grandes artistas, luchadores a veces incomprendidos. Desarrollaban su labor de vestidor y su profesión vinculados al arte de forma excepcional: Fotógrafos, diseñadores, joyeros, tallistas, escultores, etc.

Pepe Garduño vistiendo a la Macarena

Tuve la suerte de ver a algunos de ellos cómo vestían. Antonio Fernández es un puntal importante. Educado, correcto, muy artista, a veces metódico, pero me gustaba mucho como hacía su trabajo. Pepe Garduño ha sido el genio que me ha “presentado” a la Macarena durante toda mi vida. Artista de los pies a la cabeza, creador absoluto, revolucionario en éste arte y hoy día un amigo al que aprecio muchísimo. Y como no, mi querido Pepe Asian. Como persona, cofrade, amigo, artista, diseñador, vestidor… un ejemplo también a seguir. Grandes personas de otras generaciones que han dejado huella y han creado todo lo que hoy hacemos. Pienso que hoy no se ha creado nada. Se ha evolucionado, reinventado… pero crear… se lo debemos a ellos.

– ¿Puede decirnos algunas Vírgenes que están especialmente bien vestidas y que tengan personalidad? 

– Son muchas las que están muy bien vestidas, no sólo en Sevilla y provincia. También en otras provincias andaluzas hay grandes vestidores. Noto una mayor tendencia en personalizar a las vírgenes. Desarrollando estilos y formas propias que las diferencien. Imágenes que han ganado volviendo al pasado y otras que se mantienen en el estilo de los 80, los 90. Ni a todas les pega el tan manido término “místico” y a todas vestidas con exuberancia de encajes. Sería muy largo nombrar todas las que me gustan y a la vez muy injusto porque seguro se me olvidarían muchas.

Pienso que a pesar de todo lo comentado anteriormente, estamos en un buen momento de búsqueda de estilos y de buscar la personalidad que otros nos legaron.

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