martes, 11 de agosto de 2015

El retablo de san lorenzo ya esta restaurado

La parroquia de San Lorenzo ha restaurado durante el pasado mes de julio su retablo mayor. Unos trabajos que han devuelto el esplendor a una de las obras cumbres de este género de la ciudad. controlado por un equipo de restauradores, los trabajos estaban enmarcados dentro del Plan Diocesano de Conservación Preventiva.

Vista del retablo de San Lorenzo desde el presbiterio / JOSÉ JAVIER COMAS RODRÍGUEZ

Proyecto

A principios del mes de Julio se iniciaba la intervención del retablo mayor de la parroquia de San Lorenzo, proyecto enmarcado en el mencionado plan, en las que se realizan unas campañas en época estival con 12 alumnos en prácticas. Estos alumnos pertenecen a los últimos cursos del Grado en Conservación y Restauración, cubriendo unas plazas formativas extracurriculares, mediante un convenio entre el Arzobispado y la Universidad de Sevilla. Estas prácticas extracurriculares complementan la formación del alumno y genera un beneficio para la recuperación y puesta en valor del patrimonio eclesial.

Crucificado del retablo de San Lorenzo restaurado / JOSÉ JAVIER COMAS RODRÍGUEZ

En esta ocasión, y tras la buena experiencia en la Parroquia de Santa María la Blanca de la localidad de Fuentes de Andalucía, han vuelto a ser tutorizadas por los Licenciados en Bellas Artes con especialidad en Conservación y Restauración Agustín Martín de Soto y Antonio Gamero Osuna y desarrollado por Adelaida Morales, Alicia Gamero, Ángela Y. Méndez, , Azahara Lora, Carlos Roncero, Carmen Escot, Elisa Jiménez, Francisco J. Fernández, Javier García, María Luisa de la Cueva, Mercedes Molina, Moisés Halcón.

Antes y después de la restauración del retablo de San Lorenzo

El retablo

Compuesto por banco, dos cuerpos y ático, la estructura del retablo fue realizada por Martínez Montañés que inició las obras en 1632. La ejecución del tabernáculo fue realizada con anterioridad en 1625 por Diego López Bueno. En Septiembre de 1645 Montañés transfirió a Felipe de Rivas la ejecución de la imaginería, siendo las esculturas, el crucificado, San Lorenzo y los ángeles obras de losHermanos Felipe y Francisco Dionisio de Rivas, realizadas en 1652. En la parte inferior del retablo se encuentran dos obras pictóricas sobre tabla firmadas por Francisco Pacheco.

Suciedad acumulada en uno de los ángeles del retablo de San Lorenzo

Estado de Conservación

Desde el equipo de trabajo, se asegura que «el retablo presentaba un estado de conservación deficiente debido a la propia historia material del bien, a la degradación natural de los materiales constitutivos, así como a las intervenciones que ha sufrido con carácter de reparaciones». Tras el estudio realizado, «las policromías se encontraban totalmente ocultas por repintes bastante extendidos». Sus principales agentes de deterioro eran la acumulación de polvo, las humedades, las deyecciones de insectos, las reparaciones y el uso cultual. En cuanto al soporte «los restauradores destacan que estructuralmente se encontraba en muy buenas condiciones ya que es de una magnífica factura, pero se podía apreciar desprendimiento de piezas y apertura de ensambles ocasionados por los cambios de temperatura y humedad a los que se ha visto sometido. Además se ha puesto de manifiesto que las reparaciones previas no han sido de gran calidad ni respeto a la fisionomía original».

Detalle del proceso de restauración del cruficado que corona el retablo de San Lorenzo

Propuesta metodológica y fase de intervención

El proyecto ha tenido como base la recuperación del esplendor de estaobra singular del Barroco Sevillano.Se ha abarcado la limpieza de depósitos naturales completa del mismo, tanto en el anverso como en el reverso, la consolidación de todos los elementos que se han encontrado inestables y en peligro de desprendimiento.Posteriormente se ha realizado unafijación puntual de los estratos policromados y dorados abarcando la totalidad de la superficie del retablo y de los elementos escultóricos. Una vez acabado el proceso de consolidación, se ha procedido a una limpieza mecánico-química, para eliminar las capas superficiales de barnices y repintes que se encontraban alteradas. En cuanto al soporte, se han sellado todas las fendas y grietas de ensambles, se ha inyectado en las zonas afectadas por el ataque de insectos xilófagos y dado una capa de protección a toda la madera vista. Los elementos que se encontraban inestables o con una colocación inadecuada respecto al original, se le han devuelto su estabilidad y posición, además de reponer todos los elementos faltantes, para así facilitar la correcta lectura de la obra. Se han extraído todos los elementos metálicos que se encontraban oxidados y causando daños al soporte. En lo que respecta al estrato polícromo, se han reintegrado la capa de preparación y la de color en las lagunas faltantes, poniendo mayor empeño en todos los elementos escultóricos, ya que se encontraban en muy mal estado de conservación bajo las capas de repintes y suciedad. Finalmente se le ha aplicado una capa de protección. También hemos podido contar con la colaboración de diversos profesionales, creando un equipo multidisciplinar. Se ha intervenido el muro del camarín principal de San Lorenzo y se ha arreglado todas las piezas de orfebrería.

Detalle del retablo de San Lorenzo restaurado / JOSÉ JAVIER COMAS RODRÍGUEZ

Soledad de San Lorenzo

Por todo ello, la Virgen de la Soledadfue trasladada a comienzos del verano a la capilla sacramental con motivo del comienzo de dichas obras. Una imagen que ya presidía el retablo mayor desde principios del mes de junio por obras en su propia capilla.

Dos devotas rezan ante la Soledad de San Lorenzo en la capilla Sacramental / JOSÉ JAVIER COMAS RODRÍGUEZ

Por todo ello, finaliza esta restauración sobre un retablo que vuelve a sus orígenes a la espera de un nuevo proyecto de iluminación integral del templo, ya en fase de planteamiento y previa a ejecución.

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