La Esperanza Macarena ya está en besamanos. Comienzan cuatro días donde la Basílica se convertirá en un centro de peregrinación donde se puede ver un altar que ha impresionado a todos tras casi 15 horas seguidas de montaje. Con el manto de tisú, la dolorosa luce la saya de volantes precediendo toda la escena. Toda ella, como adelantara este portal, enmarcada por elantiguo palio de Isaura que procesionó desde San Gil hasta principios del siglo XX y que, actualmente, se conserva en el Castillo de Aracena por la hermandad de la Vera Cruz de la localidad onubense. De nuevo las flores también son protagonistas en este altar ideado por los priostes Fernando Marmolejo y Jerónimo Núñez. Ciriales convertidos en jarras que ascienden por las escaleras hasta el trono situado en el camarín. Además de ello, las credencias de plata se sitúan a cada lado del altar con tramos de candeleria sobre su mesa. Un besamanos convertido en camarín Al llegar al templo el devoto podrá ver a la Virgen de la Esperanza como si del propio camarín se tratara. Con el palio de plata como techo, las paredes de la estancia, con los dos respectivos espejos que sirven para ver el rostro de la imagen, han sido instalados en las puertas laterales de acceso al presbiterio. Un salón real que toma forma de besamanos hasta el próximo domingo 21 de diciembre. Fotografías: José Javier Comas Rodríguez
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