el cristo de la purpura de las cigarreras ya esta terminada la fase de tallado

José Antonio Navarro Arteaga acaba de finalizar el tallado de la nueva imagen para la hermandad de las Cigarreras.

Una recuperación histórica, la del Cristo de la Púrpura, que va a hacerse posible gracias a la donación de un grupo de hermanos.

En fechas cercanas, el imaginero continuará con la siguiente fase que consistirá en el estucado, policromado  y estofado del sudario.

Varios miembros de la corporación ya han podido admirar el proceso de ejecución del nuevo Cristo, que aún no tiene fecha de presentación aunque se estima que sea entre el otoño y el próximo invierno.

Esta talla representa el momento después del misterio de la Columna y Azotes de Nuestro Señor Jesucristo para recoger la túnica. Aquí, el Señor está arrodillado ante la columna sosteniendo la vestimenta de color púrpura.

El antiguo Cristo de la Púrpura, actualmente en paradero desconocido, dejó de salir a mediados del siglo XIX. Según el historiador del Arte José Cesáreo López Plasencia, la escultura, «posiblemente debido a su precario estado de conservación, fue retirada del culto, recorriendo por última vez las calles de la capital hispalense en la Semana Mayor de 1874, año en que la cofradía residía en la iglesia conventual de Nuestra Señora de Consolación (Los Terceros)».

A principios del siglo XX, en 1904, le perdieron la pista, cuatro años después de haber sido entregado a Emilio Pizarro, al que se le puso la condición de que tallase a la imagen de San Juan Evangelista. Puede ser aunque no con certeza, que el Cristo fuese restaurado o transformado por otra advocación.