viernes, 13 de febrero de 2015

Seleccionados los proyectos para el paso procesional de Nuestro Padre Jesús de la Humildad


En relación al concurso de proyectos para la ejecución del paso procesional deNuestro Padre Jesús de la Humildad, convocado el pasado mes de noviembre en cumplimiento del acuerdo del Cabildo General extraordinario de fecha 7 de noviembre de 2014, y una vez transcurrido el plazo establecido para la recepción de los mismos, la Junta de Gobierno, reunida en Cabildo de Oficiales celebrado el jueves, 12 de febrero de 2015, ha adoptado el siguiente acuerdo:

Tras realizar una detallada valoración de los nueve proyectos presentados, cuyos autores son Hermanos Caballero Farfán S.L., D. Patricio Carmona Luque, D. Juan Antonio Entrenas Hornillo & D. Antonio Velasco Buzón, D. Pablo Fernández Hurtado, D. José Antonio García Flores, D. Manuel Jurado Moreno & D. Miguel Ortiz Cabello, D. Juan Manuel Pérez Pérez, D. Tomás Rodríguez Barba & D. José Manuel Madrid Silva y D. Francisco José Verdugo Rodrigo, y a la vista de lo dispuesto en las bases 7.2ª  y 8.1ª, se procede a seleccionar de entre todos ellos, los presentados por Hermanos Caballero Farfán S.L., D. Juan Manuel Pérez Pérez, D. Tomás Rodríguez Barba & D. José Manuel Madrid Silva y D. Francisco José Verdugo Rodrigo, a fin de que el Cabildo General de hermanos, convocado al efecto el domingo 7 de junio de 2015, y en cumplimiento del artículo 182 del Reglamento de Régimen Interno, pueda valorar, deliberar y elegir, si procede, de entre los cuatro proyectos citados, el que, D.m., habrá de ser el paso procesional de nuestro sagrado Titular,Nuestro Padre Jesús de la Humildad.

Del citado acuerdo se dará oportuno traslado a los autores de los nueve proyectos presentados, a todos los cualesla Junta de Gobierno desea expresar su más sincera y profunda gratitud por la dedicación y el esfuerzo empleados en la elaboración de los mismos, entendiendo su elevado número como una muestra de su ilusión y deseos de colaborar en el engrandecimiento de nuestra corporación, al ofrecer lo mejor de su tiempo y sus ideas a la hora de realizar el que, sin duda, cada uno de ellos ha considerado como el mejor paso procesional en el que Nuestro Padre Jesús de la Humildad pueda incorporarse en el futuro a nuestra Cofradía en su anual estación de penitencia a la S.I. Catedral de Sevilla en la jornada del Martes Santo.

Proyecto presentado por Hermanos Caballero Farfán S.L.

De estilo barroco, presenta una talla con un claro estilo sevillano con mucho realce. A realizar en madera de cedro real del Brasil, el paso tiene varias características propias para darle la suficiente personalidad al tiempo que vaya en consonancia con el marcado estilo estético de la Cofradía.

La canastilla es de forma piramidal en su alzada buscando así siempre como culmen el rostro de Nuestro Padre Jesús de la Humildad. Su alzada se compone por un tacón de arranque, una moldura de baquetón tallada, una escocia tallada y calada y un gran bombo tallado y calado. A continuación lleva otra escocia tallada y calada, una moldura en forma de cuello de paloma tallada y calada y remata con un banquillo con una crestería y una tablilla colgante que irá colocada en la parte alta de la zona más entrante de la canastilla, por la cual corre en su parte alta una crestería. Lleva cuatro cartelas centrales, una en cada centro de paños, con unos altorrelieves de la Pasión de Jesús; las esquinas, sustituyendo las cartelas, llevarán tres contrafuertes en forma de guirnaldas cada una, con flores y frutas, y a la altura del bombo van los cuatro evangelistas sentados, estofados y policromados, custodiando al Señor de la Humildad. Alrededor de la canastilla lleva doce querubines corpóreos en madera de naranjo con las alas, los atributos y el paño en plata, que van sentados en unos canes los de los costados y en una peana los del frente y la trasera. En unos puntos muy concretos van unos paños repujados en plata y en otros, paños de carey fileteados de plata, pretendiéndose así darle luminosidad al conjunto. La planta de la canastilla es muy valiente, con rectas, curvas y contracurvas, teniendo la ventaja que al llevar solo a la imagen del bendito Nazareno puede recrearse en ella.

Los respiraderos son una combinación de madera tallada y bordados en plata y seda: comienzan con un moldurón tallado en forma de cuello de paloma, una escocia recta tallada y calada y un baquetón tallado con agallones; está compuesto por dieciséis cartelas de tres modelos distintos, entrelazadas unas con otras por unos paños de ornamentación y talla. Al igual que la canastilla lleva paños de plata en algunos sitios concretos y zonas de carey con fileteado de plata en otras. El bordado sigue el dibujo del respiradero, bordado en plata y malla, siendo sus flores en bordado de seda. La parte baja del bordado termina con flecos, llevando alrededor del respiradero ocho borlones colgantes con garras de águila mientras que en la parte baja del faldón lleva unos cierres bordados en plata con flores de seda. Las cuatro maniguetas van talladas y caladas con carey y plata.

La iluminación de la bendita imagen del Señor de la Humildad se hace con cuatro candelabros de siete luces cada uno, uno en cada esquina, y dos de tres luces cada uno en cada centro del costado. Los mismos irán totalmente forrados en madera, estando las piezas abiertas en forma de flor para que engarcen una dentro de la otra. Realizados en forma de crestería, sus brazos más bajos van pegados a la tablazón y casi conectan con los dos del centro, pretendiéndose con esto que el Señor vaya lo más iluminado posible, tanto por delante como por detrás. Los guardabrisas llevarán tacillas y coronas de plata con un emperlado encastrado en color morado. En las cuatro esquinas, delante de cada candelabro, figuran cuatro águilas reales con las alas extendidas hacia atrás, apoyadas en una roca, en honor al barrio de la Hermandad.

Todo el conjunto irá barnizado en color caoba a excepción de los querubines que se barnizarán con una leve pátina, siendo su terminación a muñequilla. Para los faldones se propone el color burdeos.

Proyecto presentado por D. Juan Manuel Pérez Pérez

Se trata de un paso que conjuga los estilos artísticos más importantes que pueden verse en la ciudad de Sevilla (Renacimiento, Gótico, Barroco y Clasicismo), a realizar en madera de cedro, barnizado en caoba y con las tallas en bronce o dorado viejo, siendo a su vez un homenaje a todas las artes cofrades (escultura, bordado, talla y dorado).

El paso tiene una marcada línea arquitectónica clásica-renacentista y las tallas en estilo barroco, a base de hojas de acanto, volutas, tulipanes y demás elementos propios del Barroco. Destaca el símbolo del águila en cada una de las zonas del paso, faroles, cartelas de la canastilla y maniguetas. Figura una crestería de estilo gótico encima de la canastilla y de los respiraderos. También en la canastilla irán en los frisos de la cornisa unas cabezas de querubines alternándose con hojarasca, mientras que en las esquinas destaca la escultura yendo en la parte inferior un atlante, soportando la cornisa sobre la que va en cada esquina un ángel mancebo. Con el atlante se desea homenajear y simbolizar a los habitantes del barrio, que con su esfuerzo lo han levantado a lo largo de la historia. Lleva en la canastilla dos tableros bordados en cada lateral.

En los respiraderos, en el friso de la cornisa, van varias leyendas en latín relacionadas con pasajes evangélicos de la vida de Jesús y dos capillas en cada lateral donde van ubicados los cuatro evangelistas, y doce tableros bordados, repartidos en laterales, frente y trasera mientras que las esquinas del respiradero son cilíndricas.

Proyecto presentado por D. Tomás Rodríguez Barba & D. José Manuel Madrid Silva

De líneas renacentistas y ornamentación barroca, la obra sigue una estructura de respiraderos más canastilla y peana, y como iluminación seis candelabros de guardabrisa en piña con coronación de farol, el mismo que se repite hasta un total de doce veces a lo largo de la canastilla. Presenta de forma repetitiva elementos arquitectónicos como volutas y perillas de base cuadrangular inspiradas en el retablo del Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono y en la talla abundantes hojas de acanto con frutos entrelazados. Sus autores han querido así idear una obra que no se salga de los cánones establecidos por la Cofradía al mismo tiempo que han tratado de buscar el punto de innovación que la misma saca a las calles de Sevilla cada Martes Santo.

Son un total de dieciocho faroles, haciendo alusión a los puntos de luz que antiguamente se ponían en las exposiciones mayores de Jesús Sacramentado, alusión al carácter Sacramental de la Hermandad así como indicación a que Nuestro Padre Jesús de la Humildad se hace presente. Los candelabros de guardabrisas de las esquinas tendrán un total de trece puntos de luz con tulipa más farol y los intermedios seis de la misma forma, haciendo un total de setenta y seis puntos de luz repartidos por todo el paso, incluyendo los faroles que alumbran la canastilla.

La canastilla sigue un diseño en planta de líneas rectas que entran y salen, formando capillas y entrantes, donde se crean los alojamientos para colocar los faroles. Para las separaciones que se crean entre las capillas y los faroles, el diseño se empapa de ideas que surgieron de la mente del diseñador Joaquín Castilla, y que nunca vieron la luz. Se vuelve a innovar de esta forma y se piensa que el paso del Señor de la Humildad puede ser el primero de Sevilla en incluir paños bordados en la canastilla. En cuanto a la peana es un elemento que se incluye para hacer la obra más innovadora y única si cabe. No obstante, es un recurso empleado ya en algunos pasos de Cristo de la Semana Santa andaluza. Dicha peana se diseña “al aire”, de manera que se separa del tablero del canasto con cinco apoyos, creando una separación que alude a la división entre lo terrenal (los humanos, pecadores) y lo divino (la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Humildad). Por otra parte los respiraderos se diseñan de manera que dentro de las líneas rectas se incluyan cartelas de talla y paños bordados. Por último, los faldones están inspirados en el techo del palio de la Nuestra Señora de los Dolores, ajustándose a la austeridad que la advocación del Señor sugiere. Se propone por tanto que sean de color burdeos y llevan unos broches que se entrelazan con un galón perimetral de muestra armada.

En cuanto a la iconografía que se ha pensado para las andas se divide según la zona del paso, quedando incluida dentro del mismo de la siguiente forma: en la peana, cartelas con fragmentos de la Santa Biblia donde se hace referencia a la humildad, dada la advocación del Señor (Mateo 11,29, Carta a los Corintios 6,6-7, Carta a los Filipenses 4,12, Santiago 4,6, Pedro 4,5 y Job 5,11); en la canastilla, doce capillas divididas en dos tipos (ocho con cornisa de formas parabólicas y mayor tamaño, y cuatro con cornisa de medio punto, de menor tamaño) yendo en las mayores el Cordero Místico en el frontal como referencia al carácter sacramental de la Hermandad y en las siete restantes una representación de los Siete Dolores de la Virgen mientras que en las cuatro restantes van personajes de la Pasión del Señor que estuvieron presentes en la calle de la Amargura, al ser Nuestro Padre Jesús de la Humildad un Nazareno (la Verónica con el paño, Simón de Cirene, las mujeres de Jerusalén y los ladrones San Dimas y Gestas) – todas estas representaciones están diseñadas con inspiración en las obras de Sebastiano Luciani del Piombo, llevando todas las capillas imágenes en bulto con el paisaje de fondo en sobre relieve-; en cada paño bordado (un total de veinticuatro) se representan los elementos de la Pasión; por último, en los respiraderos van un total de dieciséis cartelas de dos tipos diferentes, las cuatro centrales donde van el escudo de la Hermandad, el de la Hermandad de Santa Cruz, el del Cardenal Amigo Vallejo y el de San Juan Pablo II (arzobispo de Sevilla y sumo pontífice, respectivamente, en el año de bendición de Nuestro Padre Jesús de la Humildad) y las doce restantes, en las que van santos y beatos nacidos en Sevilla o con estrecha relación con la ciudad (Beato Marcelo Spínola, Santa Ángela de la Cruz, Madre María de la Purísima, Santa Justa, Santa Rufina, San Fernando, San Isidoro, San Leandro, Beato Manuel González, Beato Diego José de Cádiz, San Hermenegildo y Beato José Limón).

Los materiales propuestos para la ejecución de este proyecto serían madera de caoba para la talla, metal dorado para la orfebrería, e hilo de oro sobre diferentes soportes para los bordados; en la peana se conjugan la talla con la orfebrería, estando las cartelas de los pasajes bíblicos y las cresterías de las mismas elaboradas en metal; en la canastilla se conjugan las tres técnicas, en su mayoría de caoba tallada con apliques de orfebrería en las cresterías, las perillas y en las nomenclaturas de las capillas. Las capillas se representan con las figuras de bulto en metal dorado y los bajos relieves de fondo con una combinación de talla y orfebrería. Los paños bordados van sobre malla y los símbolos de la Pasión bordados en sedas; los respiraderos son tallados en madera, con  la iconografía de las cartelas en orfebrería y los bordados sobre malla. En cuanto a los faldones, los bordados van sobre terciopelo de Lyon de color burdeos. No obstante, los autores sugieren la posibilidad de que la orfebrería pueda ser en metal plateado y los bordados en hilo de plata, así como sustituir la peana del paso procesional por un monte convencional.

Proyecto presentado por D. Francisco José Verdugo Rodrigo

De estilo barroco y a realizar en madera de cedro, su autor considera que este tipo de andas procesionales serían las más adecuadas para crear una simbiosis lo más perfecta posible con la sagrada imagen de Nuestro Padre Jesús de la Humildad, transmitiendo así un conjunto de puro equilibrio artístico y devocional, y encuadradas en la idiosincrasia y estilo artístico de la Cofradía, empleándose diseños y técnicas de orfebrería. El proyecto es de líneas sinuosas y barrocas, en concordancia con la fuerza y potencia que transmite la imagen del Señor, equiparando su terminación en barniz y bronce a la elegancia y clasicismo de la propia imagen y a la personalidad de la corporación.

Se desea proporcionar una sensación piramidal que arranca desde el moldurón del respiradero hasta el punto más alto de la cruz del Señor, pretendiéndose conseguir que el canasto del paso se convierta en una peana que porte a la imagen, alcanzándose esto al reducir al máximo posible la superficie superior o tablazón del canasto en el cual se irá formando el propio monte. El canasto, compuesto de un primer cuerpo de 10 cm. de altura, acoge en sus esquinas cuatro contrafuertes que se adaptan al perfil de alzada, con una base de 60 cm. cada uno, siendo una pieza ornamental en toda su condición, alojando en su desarrollo cada uno de ellos a una imagen de ángel mancebo en el lugar más bajo y en el más alto un farol de 65 cm. de altura, realizados ambos en bronce. El citado perfil se compone de una sección de molduras que acoge un liso y un cuarto bocel, el cual lleva tallado un gallón de la vida y la muerte. A continuación, el perfil de moldura que le sigue es una escocia que llevará un dibujo ornamental calado para ir así transmitiendo transparencias al canasto en sí. Seguidamente van un bocel y otra escocia más suave que la anterior, siendo la talla del bocel en bajo relieve y en macizo y la de la escocia calada para ir así siguiendo el ritmo que se desea para el desahogo del conjunto de la canastilla. A partir de aquí comienza ya el bombo, el cual llevará talla con un cierto volumen acogiendo a su vez a unas cartelas intermedias o secundarias, las cuales aumentan el juego de contrastes. Concluye el desarrollo de la alzada con un último perfil en escocia de contrafigura pero con más desarrollo que las anteriores, enmarcada por una moldura que contornea todo el perímetro alto del canasto.

La cartela central del frontal y de la trasera combinan en su elaboración un efecto de pergamino con el cual se busca intercalar elementos que le den al conjunto un toque clásico para así poder transmitirles los puntos de elegancia adecuados para lograr el equilibrio. Estas dos cartelas centrales llevan escenas de la Pasión que hacen referencias a motivos que reflejan la humildad de Cristo, en alusión a la advocación del Señor. La escena del frontal corresponde al Lavatorio de pies y la trasera al Bautismo de Jesucristo. En cuanto a las centrales laterales integran a un ángel mancebo de torso desnudo que nace del propio ornamento a partir de la cintura y siendo el mismo el que porta el candelabro lateral de tres luces.

Los ángeles mancebos de las esquinas del canasto portan cada uno un elemento de los que forman parte del escudo de la Hermandad, incluyéndolo así de forma descompuesta y contribuyendo a crear una visión que aporte originalidad a la forma de representarlo. Detrás de cada ángel va un farol y detrás de este farol se encuentran un candelabro esquinero el cual incluye de cinco a siete luces cada uno, según se vea qué proporción es la más adecuada. Las tulipas de cada guardabrisa se encuentran coronadas por unos imperiales que ayudan a darle el toque de majestuosidad final a la obra. En cada costero del canasto también se encuentran ubicados dos candelabros de guardabrisas de tres luces cada uno de los cuales se asienta sobre unos contrafuertes que se conjuntan con los de las esquinas.

Los respiraderos adoptan un corte clásico, siendo más bien recortados para buscar cierta similitud con los respiraderos del primer paso de misterio que tuvo la corporación, recordándonos así al paso en el que procesionó el Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono entre 1989 y 2000. Las esquinas son contrafuertes que van en la misma línea de elaboración y resultado de los contrafuertes de las esquinas del canasto, para así ir creando una armonía y conjunción con todo el contexto de la obra. Llevan cuatro cartelas centrales, las cuales llevan, en lugar de escenas de la Pasión, textos de las bienaventuranzas referidos también a la humildad de Jesús, contribuyéndose así a buscar ese toque de clasicismo y elegancia que se desea conseguir.

Las cuatro maniguetas van tornadas en redondo recordando así a las del paso actual del Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono y sus cuerpos centrales irán tapizados en terciopelo morado bordado. El terciopelo de las maniguetas llevará el mismo color que los faldones del paso, para el que se propone igualmente el morado. Los faldones van bordados en hilo de oro representándose en ellos el mismo dibujo del techo del palio de Nuestra Señora de los Dolores.

En definitiva, a la hora de realizar este proyecto, el autor manifiesta haber tenido muy en cuenta la necesidad de que los tres pasos de la Cofradía guarden una misma conexión estética de forma que así creen una armonía conceptual.

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