No es la Mezquita-Catedral, pero nadie podrá negar que una estampa clásica de Córdoba: el azulejo azul y amarillo de la Virgen de losDolores, realizado en los años 20 e instalado en los 30, y sobre él, donde tantas generaciones han rezado, el techo de frondosas buganvillas. Desde ahora, es un recuerdo, pero también una promesa para el futuro.
El Ayuntamiento de Córdoba ha actuado este jueves en las ramas que sobresalen por la pared de la calle Bailío, que quedaron en muy pocas, y desde luego muy lejos del azulejo. Lo hizo por dos motivos. En primer lugar, la misma cofradía de los Dolores había incluido el ramaje como un obstáculo para el tránsito de sus pasos, sobre todo del Cristo, por este lugar el Viernes Santo. El aspecto de las hojas presentaba unaspecto de sequedad en los últimos meses, y así lo había advertido la cofradía.
El tronco de esta planta está en uno de los patios que rodean a San Jacinto, justo tras el camarín de la Virgen de los Dolores, si bien las hojas de color morado caen fuera. «Hijas» de esta planta son las que cuelgan del convento de Capuchinos, y que caen a la cuesta. Los trabajos realizados ayer por operarios municipales sorprendieron por su agresividad y por eliminar casi todas las ramas que caían, pero su voluntad es la de acabar con los problemas que creaba el excesivo volumen y también evitar el aspecto que presentaban, y que se podría solucionar con esta actuación.
La Semana Santa y seguramente el mes de mayo perderán una estampa clásica, pero puede ser para que en el futuro los daños no tengan que ser mayores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario