«La paradoja es que fiestas tan tradicionales como la Semana Santa o los toros son las que están haciendo posible que entre el arte contemporáneo en Sevilla». Manolo Cuervo, un artista cuyo nombre siempre estuvo asociado a la movida de los 80, a los festivales de música y cine, también tiene su hueco para la Semana Santa.
Dentro de este mundo de carteles,anquilosado casi siemrpe en el figurativismo y el barroquismo, hay hermandades como la Hiniesta querompen esquemas y que, por mediación del que fuera director del Festival de Cine, Manuel Grosso,encargó a este pintor del pop art la realización de la imagen del 450 aniversario de la aprobación de sus primeras reglas penitenciales.
«Cuando me llama Manolo Grosso me quedo alucinado. Para mí es una sorpresa. ¿A esta gente le gustará?Cuando llegamos a la reunión con el hermano mayor, José Antonio Romero, y el teniente, Paco Ros, me dicen: ‘Queremos hacer una cosa muy diferente, queremos un Manolo Cuervo’. Yo estaba preocupado pero les gustó muchísimo y los hermanos de la Hiniesta me han tratado de maravilla».
El cartel ha causado impacto. Si las redes sociales fueran un baremo de la aprobación o desaprobación de una obra, ésta no ha dejado indiferente a nadie que, por otra parte, es la principal cualidad de un trabajo de este tipo. Su autor nunca se ha prodigado en estas lides, ya que siempre se ha quemado el mismo tipo de pintura, aunque sí que hizo para su colección particular unaserigrafía de la Macarena, con un amplitrama, que usó para ilustrar algunos conciertos y exposiciones a finales de los 80 y principios de los 90, así como el cartel de las Fiestas de Primavera.
«Es muchísimo más complicado hacer un cartel de Semana Santa que uno para jazz, rock o teatro, ya que estos últimos van para un público mucho más concreto, que están acostumbrados a estas obras. En la Semana Santa hay muchísima gente, unos que van a museos y otros que no, y es más difícil». Manolo Cuervo asegura que «igual que con la música Sevilla tiene buen oído, con la pintura nunca se ha apostado por el arte contemporáneo, como sí han hecho en Bilbao, Madrid o Málaga.
Por otro lado, considera que«cualquier profesional debe cobrar por su trabajo y, aunque sea un prestigio pintar el cartel de la Semana Santa, también hay que pagar por ello. Yo no hago nada gratis».
Quién sabe si Manolo Cuervo, después de su dilatada trayectoria en la movida ochentera, ha dado con la techa y ha inventado el que será conocido como el «pop art cofradiero».
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