La incorporación de nuevas hermandades a la nómina de la Carrera Oficial ha sido aparcada, aunque el debate sigue vigente. Hermandades como La Misión, Pino Montano o La Corona ya lo han solicitado y otras como San José Obrero, Pasión y Muerte o la recién nombrada hermandad de la Milagrosa lo harán probablemente en los próximos años. Desde el Consejo de Cofradías se ha cerrado la puerta hasta que no se solucionen los problemas que acucian a cada jornada. Pero… ¿merece la pena realmente incorporarse a la Carrera Oficial? Salvando el trasfondo económico, existe un debate sobre lo que se gana y lo que se pierde. Tomando como ejemplo las experiencias de las tres últimas que se han incorporado, ABC analiza la evolución que han tenido desde el año que entraron en la nómina hasta la actualidad.
El Carmen
Se incorporó en 2007
La primera fue El Carmen, que lo hizo en 2007. Hasta entonces, lo hacía el Viernes de Dolores, y desbordaba de público las calles a su paso. Según su hermano mayor, Manuel Luis Pazos, el balance es positivo. A nivel cuantitativo, cuando en 2007 acudieron por primera vez a la Catedral con un solo paso, salieron 220 nazarenos «y este año vamos a pasar los 400, lo hemos duplicado». Pazos afirma que «en 2009 incorporamos el palio, y a partir de ahí el crecimiento ha sido homogéneo, del 10 por ciento anual». En cuanto a hermanos ha ocurrido lo mismo, mientras que en 2007 había 700 integrantes, hoy pasan los 1.200.
A nivel cualitativo, el hermano mayor reconoce que «sí se puede notar la disminución de público en el recorrido de ida. Los últimos Viernes de Dolores fueron años de presencia de gente en todo el recorrido. Era la atracción en el Centro». Sin embargo, sí considera que en los últimos años ha ido ganando público en el recorrido y «hoy en día no podemos decir que echemos de menos el Viernes de Dolores. En ocho o nueve años hablar de consolidación parece un poco pretencioso, pero sí tenemos dentro del Miércoles Santo nuestro público», asegura.
En cuanto a la estética, la nueva junta de gobierno ha formado una comisión compuesta por expertos tanto de fuera como de dentro de la hermandad para «dar pasos cortos, pero seguros. Entiendo las críticas que ha habido, pero económicamente hemos ido a salto de mata. Ahora hemos dejado un poco el palio para completar el misterio. Ya veremos si hay que dar un paso el día de mañana de bordar la trasera o dar un giro de timón».
El misterio del Cautivo y Rescatado del Polígono de San Pablo / JESÚS SPÍNOLA
Cautivo y Rescatado
Se incorporó en 2008
Al año siguiente de El Carmen, le llegó el turno al Polígono, una hermandad que se preveía entonces que iba en pocos años a aumentar su cuerpo de nazarenos de forma exponencial, al venir de uno de los barrios más grandes de Sevilla. Si bien ha crecido, no ha sido de momento un aumento tan grande como se preveía y, de hecho, en el nuevo reparto horario del Lunes Santo, el año pasado perdió cinco minutos. Su hermano mayor, Miguel Ángel Campos, cree que «ha sido un punto a favor para la hermandad y para el barrio y se le ha ido educando en el tema cofradiero». Este año confirma que saldrán en torno a mil nazarenos, el doble que en 2008. También ha crecido en el número de hermanos, unos 450 desde 2008, contando ahora con una nómina de 2.700.
En lo cualitativo, Campos valora que las circunstancias del barrio -no de mayoría católica y en la periferia- no ayudaron en los inicios: «Anteriormente cuando salíamos por el barrio los vecinos eran muy reacios a salir por vergüenza. Cuando ya empezamos a llevar túnica, se han apuntado muchos». El Polígono, con un paso de misterio completamente terminado, tiene por delante ahora el reto del paso de palio, que saldrá completamente bordado por Charo Bernardino en 2017.
El palio de la Virgen del Sol
El Sol
Se incorporó en 2010
De las tres hermandades es la que, en proporción, menos ha crecido, probablemente por el tipo de cofradía -de corte serio y sin niños-, el día -un Sábado Santo- y un barrio con una población envejecida y de jóvenes estudiantes de fuera de Sevilla. A pesar de ello, en este 2016 harán su séptima estación de penitencia y su hermano mayor, José Villaverde, ofrece una valoración «muy positiva». En cuanto a lo cuantitativo, indica que «la hermandad ha crecido en el número de hermanos (unos 80 por año, llegando a los 880 actualmente); también en conocimiento de la gente, pero también nos ha tocado la crisis entera. Si las grandes no crecen, imagínate las pequeñas…». Este crecimiento en hermanos no se ve reflejado en la cofradía, donde «estamos más o menos igual que cuando salimos». Por este motivo, El Sol quiere proteger a sus nazarenos discurriendo este año por un recorrido más favorable, evitando el sol en las grandes avenidas. «Hay que tener en cuenta que el nazareno se viste a las 11 y se desviste a la medianoche, un Sábado Santo…», explica.
Sin embargo, en lo cualitativo no echa de menos salir en las Vísperas y afirma que la cofradía ha crecido mucho en los estético: «Ya no sacamos insignias pintadas, que tanto nos criticaron, y nuestro palio, que poco a poco vamos realizando, tiene bordados de gran calidad. Hay quien nos dice que si pusiéramos un romano… pero teníamos claro que teníamos que aportar algo, como hemos hecho».
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