Los Negritos de sevilla estrenarán una nueva bandera pontificia con el escudo del Papa que firmó las únicas reglas de la Semana Santa de Sevilla

Los Negritos de sevilla estrenarán una nueva bandera pontificia con el escudo del Papa que firmó las únicas reglas de la Semana Santa de Sevilla

La hermandad de los Negritos tendrá como uno de los estrenos para la Semana Santa de 2016, una nueva bandera pontificia que formará parte del cortejo de la cofradía del Jueves Santo. Una pieza que engloba uno de los episodios históricos más importantes de la corporación, un obra que simboliza a laúnica hermandad que posee reglas aprobadas en Roma.

Bordada por el taller de bordados Santa Clara, la obra reproduce el blasón del pontífice Urbano VIII, clave en el devenir histórico de una de las corporaciones ejes de las hermandades de Sevilla y que formará elquinto tramo del cortejo del Cristo de la Fundación, a falta de confirmación del cabildo de oficiales. Una pieza que compartirá estreno con otra nueva bandera de carácterconcepcionista, en proceso de finalización.

Diseñadas por José Luis Sánchez Expósito,las obras serán ejecutadas en en oro, utilizando gran variedad de técnicas. «Destacan por su riqueza; la cartulina y La hojilla -que también ayudará a crear los diferentes contrastes necesarios para llevar a cabo esta obra de forma óptima». Además, reúne diferentes tipos de puntos tejidos enseda y oro, destacando la técnica de dado, «que aportarán y ayudarán, junto a las perlas y los cristales nobles, a que la obra esté a la altura de lo que la Hermandad merece», asegura Sánchez.

El bordador José Luis Sánchez y el hermano mayor, Felipe Guerra, con la nueva bandera pontificia con el escudo de Urbano VIII

Las únicas reglas aprobadas por un Papa

Con un claro carácter étnico, los Negritos ha sufrido multitud de desencuentros históricos, un testigo permanente de los acontecimientos de la sociedad a lo largo de tan dilatado tiempo. Un colectivo especialmente vulnerable desde sus primeros conocimientos a finales del siglo XIV.

Visicitudes acrecentadas a lo el siglo XVII,cuando en 1604 entrara en pleito con la hermandad de la Antigua y Siete Dolorespor defender su derecho de paso debido a su antigüedad. Aquellos cofrades negros, lejos de ver sus derechos reconocidos, se encuentran ante las descalificaciones recibidas por parte del Arzobispado y la prohibición de salida.

Retrato de Urbano VIII, Pietro da cortona 1627

Tan grande llega a ser la animadversión con que el Arzobispado persigue a la hermandad de los Ángeles, que llega a conseguir una nueva prohibición, esta vez firmada por elRey Felipe III. De esta forma autoridad Civil y Eclesiástica se unen, «con un marcado tinte racista» -como asegura la historia de Los Negros-, en contra de la corporación.

Corría el año 1614 y tras 10 años luchando con continuos impedimentos, un grupo de cofrades negros se plantean la necesidad de acudir al dictamen favorable de una autoridad que no estuviera supeditada a ninguna otra. Dicha autoridad, para superar la de Arzobispos y la Real, sólo podía venir del Sumo Pontífice.

Tal como describe Isidoro Moreno en su libro sobre la historia de la Hermandad: «…Y, en efecto, a él recurrieron, consiguiendo finalmente, después de varios años, que por la Bula “In Supremo Apostolice Dignitatis”, expedida en Roma por Urbano VIII, en 16 de marzo de 1625, en el tercer año de su pontificado, fueran confirmadas las Reglas de la cofradía por el más alto poder de la cristiandad. Siendo, desde entonces, la única hermandad sevillana con Reglas aprobadas por el propio Papa. Difícilmente haya otra que con mayor base utilice, como ella, el título de Pontificia».