lunes, 28 de julio de 2014

¡Deja de dar la matraca!

Cuando le decimos a alguien que nos está «dando la matraca» no tenemos la sensación de estar haciendo ninguna alusión religiosa, pero en realidad, esta expresión equiparable a «dar la tabarra» o «ser un pelmazo» tiene su origen en la Semana Santa.
La matraca es una cruz de madera que sonaba antes de los maitines en el Viernes Santo y el Jueves Santo. De hecho aún suena en algunos pueblos para conmemorar la muerte de Jesucristo.
Por ejemplo, la «Matraca» de la Catedral de Santa Ana ha vuelto a sonar recientemente ante la curiosidad de numerosos fieles que se acercaron a ver este instrumento litúrgico de más de 300 años, que ha sido restaurado de forma altruista por el maestro matricero Jacobo González Velázquez.
La recuperación de esta pieza, la más grande de Canarias, se debe a una visita que el artesano efectuó a principios de este año a la catedral para revisar el estado del campanario, donde halló en mal estado y abandonada en el suelo este instrumento, y rescató con ayuda de una cuerda y de un imán dos de sus martillos caídos en la cornisa del edificio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario