miércoles, 30 de julio de 2014

CHATEAREMOS CON EL CORAZÓN... Del blog simplemente capillita

Es curioso, en esta vida, en la que nadie somos capaces de valorar todo positivamente, a mí, se me ha tachado, en tono despreciativo como un cofrade, porque capillita aún les queda lejos, que todo lo que ha aprendido ha sido desde la explosión mundial en nuestras vidas de internet. No es así, más de una pelea he tenido con mi madre, antes de que un ordenador entrara por mi puerta sobre el espacio que ocupaban mis papeles, mis videos o esos cd´s que cada día desparrama por los suelos mi sobrino. Pero lo cierto es que desde que irrumpió en nuestras vidas internet nos la ha cambiado, unos creen que nos destruirá y otros que simplemente nos cambiará como todos los cambios de la historia nos han afectado. Desde que por primera vez comencé a teclear en esto del internet, evidentemente lo que primó ante todo fue nuestra gloria… las cofradías. Parece que fue ayer y hoy muchos comenzamos a peinar –o ni eso- canas en este mundo que aún se mira con recelo del ciber espacio cofradiero.

Esta reflexión viene porque el día 26, acababa de pegarme una buena ligá en el chiringuito, disfrutando de los placeres de la vida y decidí que lo que mejor podía bajarla es esa copa que parece es la bebida oficial de los costaleros. Un gin-tonic se me atragantaba y me devolvía a la triste realidad de esa misma vida que me estaba haciendo disfrutar, el valle de lágrimas no perdona, mientras me daba por mirar el Facebook, porque años después esto es lo que manda en la actualidad de esta herramienta que ha conquistado todas nuestras vidas, y como no, el “cara libro” rezuma para bien, y como siempre ha pasado para mal, espíritu cofradiero y capillita, encima a través de un móvil que ya supera a muchos PC de consola, entonces los móviles solo valían para llamar. Miraba la red social, y un capillita, porque lo es, pero es más cofrade, mucho mejor que yo, mucho mejor que los que les encanta pregonarlo, hacía con su noticia que paradójicamente en julio se me volviese a entristecer el alma.

La última aportación de alguien que se marchó a la gloria aquel mismo día, la vi en sendas fotografías de las cofradías de su pueblo, La Carolina, donde su firma en marca de agua me hizo ver que los primeros fatigas del internet seguíamos vivos y aun intentando disfrutar de nuestra gloria a través de la red. Hace años, eran los chat, ya ni sé si existen. Había canales del irc; “bandas”, “cofradías”, “colegas_rosarieros”, etc… donde con seudónimos o Nicks -muy criticados siempre, aunque hoy creo que el “cara libro”, donde firmas con nombre y apellidos y fotografía, le está dando la razón a eso de opinar tras el anonimato…- comenzábamos a hablar de cofradías con gente de todos lados, yo recuerdo de mandar un mp3 de la Redención de Sevilla a uno en Puerto Rico. El abanico que se abrió ante nosotros fue increíble, llegando después los foros, solo hay que ver que hoy investigar cualquier cosa se hace a través de internet con la velocidad que te aporta, haciendo del mundo una biblioteca encima de tu escritorio. Entonces conocí a mucha gente, algunos ya ni los recuerdo, hice lo que podíamos llamar amigos, a algunos pues la verdad ojalá no los hubiese conocido nunca, porque por aquí los defectos humanos se acrecientan aún más, al revés de las virtudes. Me hicieron feliz, me enseñaron una barbaridad y otros tan solo supieron hacerme sentir que perdido en una isla desierta quizás viviría mejor que en la civilización…

Pues uno de ellos, con lo poco o mucho que lo traté me demostró que fue un crak, un auténtico dominador de todo lo que concierne al mundo cofradiero. Mucha ilusión siempre encontré en sus palabras, y sentido común, con pocos capillitas me he entendido tan bien, porque él era un grandioso cofrade, seguramente muchísimo mejor que yo, pero seguro que en capillitas nos podíamos dar la mano fácilmente. Entendía de todo lo que nos creemos que hay que entender, y entendía de lo que verdaderamente hay que entender, y ai amigo, es lo más complicado de aprender, porque fue un cofrade activo, con sentido común, y seguramente los palos lo moldearon para saber respetar y saber cuándo alguien no está faltando el respeto y no levantar una batalla épica contra su persona. Lo que montan esa gran mayoría que está aprendiendo solamente por aquí…

El día 26 se fue un hombre joven, era algo más mayor que yo, pero poco, por culpa de uno de esos trastornos que parece solo le dan a los mayores, fue Dios a llevarse al cielo a un joven, porque los que entramos aquí no nos puede caber la duda, de que el que paseamos por las calles murió y resucitó, para que nosotros tuviésemos vida, pero la vida eterna para siempre. Supongo que con su particular forma de ser se encontró con Jesús, supongo que le pondría la cara del Cristo de su Virgen de la Piedad, supongo que para él, el de Nazaret tienes rasgos del arte de Palma Burgos, de su Santísima Madre no cabe la menor duda, pero seguramente pienso que ya ha visto erguido y vivo a su Cristo de la Carolina, aunque el Señor Resucitado también estuviese en su corazón, porque como dije, fue de esos cofrades-capillitas, los que aman sobre todas las cosas a las cofradías, y ese bendita forma de ser, también quizás hizo que Jesús tuviese la cara del Soberano de Linares, al que paseó primeramente por una necesidad y acabó por pura pasión por Él, a mí no me cabe la menor duda, que Jesús por complacernos, se pone la cara que queramos cuando ante Él nos presentamos, seguramente, se puso la bendita faz del Prendido de San Agustín, porque ante Él tenía un costalero, y allí arriba tenía al que lo llevó a Linares esperándolo para igualarlo en las cuadrillas de ángeles.


Él tuvo la suerte de ser costalero del Soberano y de Andrés Caparros, que no se nos olvide que era capillita. Yo no tuve esa suerte, aunque algún año participé con él, creo que mi primero y fue un honor y un placer compartir la verdadera pasión, la real, la que no se recrea a través de nuestras pantallas con alguien que creo -porque solo lo traté en la cofradías-, fue bueno y esa suerte y bondad me la trajo este aparato que aun hoy muchos piensan que es un arma de destrucción masiva de cofradías. Llevaba mucho tiempo sin saber de Paco Ibáñez, y fue para enterarme de que Dios necesitaba a otro bueno en su gloria, a veces pienso que es mejor no intentar ser buena persona, porque te llevas a los mejores y así la tarea aquí abajo se hace aún más complicada. Seguramente ya te estará contando todas sus tareas con su cofradía y las cofradías, y seguramente estarás contento con él porque te llevas otro ejemplo de trabajo y soñador, porque ante la adversidad él pudo realizar seguramente muchos de sus sueños, cuantas veces le dije que más quisiera tener lo poco que ellos tenían, eran pocos, cuatro como él decía, pero plantaron las bases para que la Semana Santa de La Carolina, seguramente llegue en un futuro cercano a convertirse en una de las punteras en esta tierra de olivos.

Descansa en paz Paco, quizás eres el primero que despido de los que conocí por internet, ya no podremos chatear como no sea con el corazón, estoy seguro que esto lo leerás, guárdatelo para ti, nosotros intentaremos seguir alcanzando la única gloria que tenemos aquí más parecida a lo que vives hasta que nos volvamos, espero, a cruzar por el jardín de la eternidad y saquemos cofradías para siempre… 

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