El cofrade Francisco Vázquez Perea es miembro del Consejo General de Hermandades y Cofradías, ocupando el cargo de delegado de la cofradías de la madrugada del Viernes Santo, en el que sustituyó Carlos López Bravo, actual secretario, tras la dimisión de Adolfo Arenas Castillo como presidente.
La jornada más universal de la Semana Santa de Sevilla tiene una problemática de la que se ha hablado mucho en la pasada cuaresma debido a la masificación, itinerarios y horarios muy complicados. A pesar de la voluntad de las seis cofradías que la conforman por hacer todo lo posible para su buen funcionamiento, parece que los cambios para la próxima Semana Santa de 2015 serán un hecho, que en la pasada Semana Mayor se han podio ver reflejados de alguna manera. Estuvimos con su delegado, que expresó su experiencia en el cargo y el futuro de esta jornada.
¿Cómo ha vivido en el plano personal la pasada Semana Santa?
Pues regular. Soy muy familiero y estar en el Consejo tiene ahí un gran coste. Pero bueno, a nadie le ponen una pistola para obligarlo. Y a cambio, las experiencias vividas se han salido de la rutina de siempre, han sido muy novedosas y en un primer plano que te aumenta la emoción y la cercanía con lo que las estás viviendo. Todos los cofrades deberían pasar por esto de manera transitoria para entender lo que en el Consejo se hace, cómo se hace y para qué se hace.
¿Y como delegado?
Con una preocupación evidente. No por las Hermandades sino por mi falta de experiencia. Eso que uno aporta también, digo yo, de objetividad, de frescura en los planteamientos y de cierto sentido común por venir de vivirlo desde fuera. Pero sobre todo ello, siempre, siempre, lo he vivido con la gratitud hacia ellas por haber creído en mí Eso compromete mucho. Sabemos que son seis pesos pesados y cualquier movimiento en falso se puede magnificar especialmente.
¿Necesitaba Sevilla una Semana Santa plena de cofradías por sus calles?
Es que cuando éramos pequeños recuerdo que la lluvia era lo excepcional y de ahí hemos pasado al signo contrario. La meteorología se ha convertido en el principal tema de atención de estos días y no debería ser así. De modo que hemos recobrado una cierta sensación de felicidad, de plenitud, de que sí es posible vivirlo de principio a fin. Fin entre comillas.
¿El incremento de público ha saturado aún más las zonas problemáticas?
Cierto. Pero yo que siempre he sido muy crítico con el CECOP, como un organismo que hubiera perdido mucho de su peso específico desde su creación, y que en la reunión de mi jornada también fui especialmente impertinente por querer transmitir las preocupaciones y malas experiencias recientes de mis Hermandades, tengo que decir que me he llevado una agradable sorpresa por su efectividad y su abordaje de los puntos más negros de mi día y del resto de la semana.
¿Qué valoración hace de la pasada Madrugada del Viernes Santo?
La primera y más importante debo hacerla desde lo más relevante: la espiritualidad, la emoción, el efecto personal en cada uno de quienes la vivieron desde dentro o desde fuera de las cofradías. En eso me ha parecido que hayamos vuelto a un terreno de recuperación muy optimista. En lo referente a la logística, la organización, los horarios, puede hablarse de dos partes, respecto al cumplimiento de los compromisos establecidos. En la primera parte el esfuerzo llegó a demostrar una Semana Santa irreconocible en sus formas y en sus modos. En la segunda una irrenunciable idiosincrasia que debe atender aun más al bien común. Pero todo esto es muy matizable. Todos contribuyeron y hubo grandes desfases que luego se enmendaron. Hasta que no se reúna la Jornada toda conclusión sería arriesgada por mi parte.
¿Ha cambiado el espíritu de colaboración de sus cofradías?
Las cofradías conocían lo que este año tenía de prueba para futuras decisiones. Ahora todo eso estará encima de la mesa para bien o para mal, pero sin olvidar trayectorias anteriores de otros años para comparar, y sin cerrar la puerta a rectificaciones. Esto es un Foro donde llegar a acuerdos, no un simple Comité de Disciplina.
¿Cómo han resultado los localizadores instalados en las diferentes cofradías?
A pesar de no haber logrado lo que se pretendía, creo que se ha dado un importante paso adelante. Lo que pedíamos ya nos habían dicho que era técnicamente muy difícil. Se ha intentado, que no es poco. Ahora habrá que ver si los fallos han estado en los cerca de doscientos colaboradores necesarios donde se ha dado una casuística muy diversa de cumplimiento, si han sido caídas de red o de coberturas o fallos técnicos de la empresa colaboradora. Y queda la segunda parte, el análisis y el fruto que den los datos que sí se hayan almacenado. Decida lo que decida la sección, y depurando el coste con patrocinios –con los que ya se cuenta- habrá que estudiar su posible continuidad hasta lograr lo que queremos. Por mi parte, insistiré en dar esos pasos al menos en mi Jornada porque es consustancial con todo avance, el hacerlo a base de muchos tanteos sin éxito. Con esta herramienta en forma, seguramente este año la Macarena no hubiera tenido que soportar tanto parón en Cuna.
¿Qué opina de las sillitas fuera de la Carrera Oficial?
Si hay una ordenanza, que se cumpla. Pero habría que ser más prácticos porque no puede haber un policía en cada esquina. Yo pintaría en la calzada zonas concretas de intersección igual que los hay en los cruces del tráfico, donde impedir su ubicación en ningún caso. Así también los peatones sabrían qué lugares buscar para cruzar con más facilidad. Lo que me extraña es que esto fuera noticia hace años y ahora reaparezca como una novedad.
¿Vale el actual modelo de la madrugada o debe cambiarse tras la pasada Semana Santa?
Con el cumplimiento de los horarios, se rompe el modelo de nuestra Semana Santa, ha quedado evidente. Sin el cumplimiento se cae en la desigualdad y en la injusticia o si cunde, en el caos. Creo que nos hemos reafirmado en que hay que hacerse un planteamiento de cambio, desde el mayor respeto a la tradición. Y que no se intente separar horarios de recorridos, ambas opciones van indisolublemente unidas. Ampliar horario por delante o por detrás agrava los cruces actuales. Me reafirmo en que cualquier cambio parta de intentar garantizarle a todas las Hermandades el conservar en todo lo posible lo que ahora mismo tiene y desea conservar. Basarse, pues, en pequeñas cesiones. Pero las Hermandades tienen la primera palabra. La Junta Superior debe intervenir solo si no se llega al acuerdo.
¿Servirá el recuento de nazarenos para adecuar nuevos horarios de paso por Carrera Oficial?
Claro, pero me temo que no va a ser la panacea. No va a crear ni a provocar grandes trasvases de minutos de unas a otras, al menos no en la necesidad que requieren. Será una medida junto a otras. Sea como sea, que no se olvide que esto es "morir de éxito", que el 90% de las diócesis del mundo morirían por tener este problema de exceso de participación en la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Que lo que hagamos, lo hagamos desde este prisma optimista.
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