El pasado martes un cabildo general de carácter extraordinario en lahermandad del Dulce Nombreaprobó, como ya adelantó Pasión en Sevilla, la restauración de las imágenes de la dolorosa y de San Juan Evangelista. Los hermanos, casi por unanimidad, dieron el visto bueno a la propuesta que presentó la junta de gobierno que preside Manuel Casal.
El encargo de estas restauraciones se realizó al taller de Carmen Bahima, que este año ya intervino sobre Nuestro Padre Jesús ante Anás, otro de los titulares de esta corporación del barrio de San Lorenzo. Hace un cuarto de siglo, desde los años 1990-1, que no son restauradas ambas imágenes. Fue el taller de Isbilia que ejecutó estos trabajos sobre las tallas que realizada el insigne imaginero Antonio Castillo Lastrucci.
Estuvimos con el máximo responsable de esta cofradía del Martes Santo y con la restauradora que nos expresaron varios aspectos importantes sobre estas intervenciones.
Manuel Casal considera que son necesarios estos trabajos: “Evidentemente ambas restauraciones se deben realizar por el bien de ambos titulares. Los hermanos así lo refrendaron en el cabildo extraordinario celebrado esta semana. En el caso de San Juan Evangelista por unanimidad y con la Virgen solo hubo alguna abstención y un voto contrario”.
Sobre la ruta para el inicio de ambos trabajos el hermano mayor del Dulce Nombre comenta que dicho calendario está sujeto a la autoridad eclesiástica y a los propios cultos de la hermandad: “El inicio de las dos intervenciones está pendiente, en un primer lugar, de las correspondientes aprobaciones por laautoridad eclesiástica competente. Una vez salvado este trámite sería la imagen de San Juan Evangelista sobre la que se intervendría de forma inmediata. En el caso de la Virgen se retirará de su altar en función del calendario de cultos. De esta forma, en principio, se iniciaría la intervención a finales de octubre o primeros de noviembre”.
Carmen Bahima se muestra muy responsabilizada con estos encargos: “Para mi ha supuesto estos trabajos “ante todo una gran responsabilidad. Se trata sin duda, en el caso de la dolorosa, de una imagen muy querida en la ciudad. Supone una gran oportunidad para un restaurador poder intervenir una obra de estas características”.
Sobre la duración de ambas intervenciones especifica esta joven restauradora “Estas restauraciones tendrá un plazo de ejecución aproximada de unos cuatro mesescada imagen, comenzando con la imagen de San Juan Evangelista”. Técnicamente la problemática que presentan ambas imágenes son propias de imágenes procesionales, según comenta Bahima: “Ambas presentan los problemas propios de una imágenes procesionales que lleva más de veinte años sin intervenirse. La suciedad es sin duda lo mas llamativo. También se revisaran los sistemas de las articulaciones y anclajes al paso”.
Su trabajo reciente sobre la imagen deNuestro Padre Jesús ante Anás ha podido ser decisivo para este nuevo encargo por parte de los hermanos del Dulce Nombre, aunque Carman Bahima se muestra comedida sobre esta cuestión y contenta sobre su intervención sobre el Cristo de Castillo Lastucci “No sé si ha influido en los hermanos la restauración sobre Nuestro Padre Jesús anta Anás. En cualquier caso la intervención realizada sobre esta imagen de Castillo Lastrucci ha sido satisfactoria para la hermandad en general y para nosotros en particular”.
Sobre la valoración del trabajo de los restauradores en las cofradías de Sevilla, Bahima considera que es buena “Pensamos que sí está valorado nuestro trabajo por parte de las hermandades. En los últimos años se ha tomado conciencia sobre la importancia de la conservación y restauración del patrimonio material de las cofradías. Afortunadamente se han intervenido muchas imágenes con unresultado satisfactorios,manteniéndose así el patrimonio heredado de nuestros antepasados”.
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