Alfonso Gentil ha ganado las elecciones en la hermandad del Museo. Por primera vez concurrían tres candidaturas para llegar al gobierno de la corporación del Lunes Santo. De hecho los resultados fueron ajustadísimos. Gentil, que obtuvo más apoyo que el resto de aspirantes sacó de ventaja 30 votos con el segundo que cosechó más apoyos, Ángel Casal. El tercero fue Juan Toro, que obtuvo 50 apoyos menos que el que ayer se convertía en hermano mayor.
Gentil viene de un mandato en la que se ha celebrado un Año Jubilar. Su junta de gobierno también ha restaurado al imponente Cristo de la Expiranción y éste además ha presidido el Vía Crucis general que el Consejo organiza en la Santa Iglesia Catedral el primer lunes de Cuaresma. Ante tal balance, el que acaba de revalidar la confianza de los hermanos del Lunes Santo se propone «mantener a la hermandad por el rail por el que ahora discurre». Alfonso Gentil asegura que la corporación pasa un buen momento y que es necesario trabajar para que se mantenga. Las propuestas grandes y su idea de gobierno en los próximos años se las guarda para cuando tome posesión delante de sus titulares. Ahora reconoce respirar tras unos días que considera duros. Y es que «unas elecciones con tres candidatos siempre son difíciles», aseguró.
«La hermandad no está dividida, y procuraremos que no haya división. Lo que hay es diversidad de opiniones y eso siempre es bueno». Y es que es inevitable preguntar por la situación en la que queda una corporación tras unos comicios tan ajustados. Gentil insiste: «como en todos los aspectos de la vida, hay distintas opiniones. Eso es respetable e incluso beneficioso». De hecho siguió: «en las pasadas elecciones el resultado fue también muy ajustado y no por ello hemos tenido problemas en la hermandad».
Alfonso Gentil se siente hermano mayor de «una hermandad con fuerza y prestigio, que realiza una estación de penitencia casi perfecta». Asegura que en su mandato la caridad ha sido uno de los puntos claves, y la prueba es que el porcentaje total que dedica el Museo ha caridad ha pasado del 10 al 16% en los últimos años.
En su papel en el Lunes Santo, el hermano mayor de la decana del día no duda: «nuestra obligación es cumplir los horarios, como el hicimos en la pasada Semana Santa. Hace 30 años salíamos una hora antes, intervalo que también ganábamos en la entrada. Pero con la configuración actual del día con las cofradías existentes y los cortejos que éstas tienen, eso es imposible». Gentil aboga por la convivencia entre todas las hermandades de la jornada y por la prudencia. Para sí mismo se otorga la tarea de volver por el camino más corto y ajustarse a los horarios. «El palio de laVirgen de las Aguas debe estar dentro de las tres de la mañana, que es buena hora». Ausentes quedan, por tanto ideas de modificar cualquier aspecto del Lunes Santo para que la Virgen de las Aguas cierre a una hora más temprana la segunda jornada de la Semana Santa en la Catedral.
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