Casi al mismo tiempo en que el imagineroManuel Martín Nieto presentaba la portentosa talla de un Resucitado para San Fernando de Henares en Madrid, quizá su mejor obra hasta el momento, en Santa Marina abrían las urnas en un nuevo cabildo de elecciones. Ocurrió el viernes. Al tratarse de unas votaciones con una sola lista el interés suscitado no había sido mucho. Pero en el fondo era el proceso electoral de más trascendencia de cuantos se han convocado para este mes de junio. El aspirante a la relección, Miguel Ángel Pérez es una persona que no ha escondido nunca sus deseos de que la hermandad deje de salir de madrugada y se vaya a la mañana del Domingo de Pascua. Un apoyo suficiente podía entenderse como un respaldo a sus tesis.
Y así ha sido. En una hermandad como esta,que vayan a votar casi 200 personas un viernes de junio mientas se estaba disputando el España Turquía de la Eurocopaya es meritorio. Y que de esas casi 200 personas, una amplísima mayoría vote a favor de la única lista refleja cuales son los deseos de los hermanos?
¿Era un plebiscito? Pues casi. Mayoritariamente, la cofradía sabe que el actual marco horario no es el deseable.Cada año ocurren cosas desagradables y cada día que pasa cala más la idea de que un cortejo a las cinco de la mañana de un domingo vagando por las calles solo puede evangelizar a las farolas. Por tanto el gran salto adelante del Resucitado está a punto de hacerse realidad quizá en 2017. Si van para adelante los planes previstos, la cofradía no saldría más a las cinco menos cuarto de la madrugada. Los más veteranos del lugar son quienes, por cuestiones románticas, se han opuesto al cambio. Ellos tumbaron un cabildo, pero ahora no tendrán opción. Según disponen las reglas, la nueva junta elegida puede tomar el acuerdo de salir el domingo por la mañana y llegar a la Catedral a mediodía después de que se hayan celebrado los oficios pascuales. Estamos por tanto ante un momento que se puede calificar como crucial para la cofradía y para toda la Semana Santa. El reloj se ha puesto en marcha. Tic, tac, tic, tac…
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