Una tarde cualquiera. Dejas atrás el atrio, muy concurrido. Allí ya percibes que algo especial va a pasar. Como en cualquier otra tarde cualquiera. Cruzas el pórtico de la gloria. Y entras. Acaba de terminar la misa y se diluye rápidamente el auditorio. Un revuelo fugaz. Entonces la ves, arriba, lejos, inaccesible. Parece que te mira decidida. Allí está: tu Esperanza, tu Virgen, la Macarena.Y entonces se te olvida todo. No hay más. El resto da igual.
Esta secuencia resultará familiar a miles y miles de sevillanos y forasteros que, al menos una vez, y a otros miles y miles con frecuencia, han experimentado esa sensación de regocijo y amparo absolutos. Y por aquello de «el resto da igual», algunos no habrán reparado a primera vista en las diferencias que presenta en estos días el altar de la Esperanza. Desde finales de septiembre y hasta el mes que viene, el retablo mayor de la basílica menor muestra un aspecto diferente. Tal vez los más antiguos del lugar lo recuerden como está ahora. La embocadura del camarín ha sido despojada de las piezas de plata que repujó Fernando Marmolejo para la Coronación Canónica de la Virgen, en proceso de restauración, y revela por tanto esa parte del retablo tal y como Juan Pérez Calvo la concibió originalmente.
Esta primera intervención es tan sólo el principio de un ambicioso proyecto de restauración del altar y el camarín de la Esperanza. Los priostes de la hermandad, Fernando Marmolejo (hijo) y Jerónimo Núñez, son el alma máter de unos trabajos de puesta a punto y consolidación en el que participarán también un equipo de técnicos especialistas en Conservación. «Nosotros le llamamos a este proyecto ‘Puerta del Cielo’porque es la embocadura, la mirada hacia el camarín de los que vienen a ver a la Virgen de la Esperanza», cuenta Marmolejo. «En su momento se hizo una representación del palio de la Virgen: los varales que están en el frente y las caídas del palio, que es la parte del remate del frontón que se puede ver arriba. Después lleva, en el interior, lospasajes de la vida de la Virgen en plata repujada, y da ya paso al camarín».
El retablo de la Macarena, tal y como lo concibió Pérez Calvo
Intimidad
Y eso hacen ellos, dar paso al camarín a Pasión en Sevilla hasta poder situarnos junto a la Virgen. Todo un privilegio: estar a solas con la Macarena. Impresionante. Al parecer, nadie se acostumbra. Ni quienes más la miman: «Nunca deja de impresionar. Yo no dejo de tener esa sensación, y un calor, y una cosa… que me pongo como un pollo, sudando, de la impresión tan grande que es llevar en tus manos a la Virgen de la Esperanza», dice Fernando, refiriéndose a cuando la bajan para el besamanos o para subirla al paso. «Cuando estoy aquí me acuerdo de mi padre, mire por donde mire, porque cuando yo era un niño vine con él a poner el intradós con 12 años y ahora lo he quitado con 61, con mi hijo y con mi nieta».
A Jerónimo le brillan los ojos como a un niño en la mañana de Reyes cuando habla junto a Ella: «Recuerdo nuestro primer besamanos, en el año 2013, los dos recién llegados a la junta de gobierno – hermanos de la hermandad con muchísimos años de experiencia– pero íbamos los dos el día que teníamos que bajar a la Virgen por ese pasillo, los dos agarrados de la mano, como un padre y un hijo, temblando: “Fernando, ¿qué hacemos? ¿Subimos?” Los dos con las lágrimas:“Que tenemos que bajar a la Virgen, que nosotros somos los responsables”. Hasta que nos tranquilizamos y dijimos, vamos a olvidarnos un poco de toda la situación, vamos a dejar de ponernos místicos y vamos a concentrarnos en el trabajo, no pudimos».
Jerónimo Núñez y Fernando Marmolejo, priostes de la Macarena / C. L. H.
Marmolejo fue testigo directo, y casi protagonista, de cómo su padre, de nombre homónimo, ideó e hizo realidad tanto el intradós —las piezas de plata con forma de palio y dos varales del altar mayor que están restaurando– como el camarín. El intradós fue concebido para la parte trasera del camarín. No obstante, los priostes «valientes» de aquella época decidieron llevarlo a la Catedral para la Coronación Canónica de la Virgen en 1964. «Y gustó tanto que ahí se quedó», recuerda. «La plata tiene mucho poder de atracción porque son como pequeños espejo. Desde siempre se ha utilizado la plata en ráfagas porque refleja la luz de las velas y atrae la vista. Se colocó ahí fuera y se hizo toda esta pieza de aquí sobre la marcha», dice mientras señala el intradós del interior del camarín, que también necesita una limpieza.
Proyecto «Puerta del cielo»
La Esperanza Macarena enmarcada en el primitivo retablo de Pérez Calvo / M.J. RODRÍGUEZ RECHI
Tras la reposición en diciembre de la embocadura de plata, el Proyecto Puerta del Cielo no habrá hecho nada más que comenzar. Según Jerónimo Núñez, «cuando la Virgen esté en el septenario, en el paso, entraremos Fernando y yo con los especialistas para “hablarle” al camarín y ver realmente qué es lo que necesita, porque estamos viendo que los mármoles necesitan un proceso de limpieza profunda, que hay recuperar mucho pan de oro que aparece en los paños de sebka, tenemos que ver el estado en el que se encuentran las pinturas, que con el hollín y toda la contaminación que entra desde la Resolana prácticamente se está perdiendo… También hay que ver el estado en el que se encuentra la bóveda de arriba, que necesita unas medidas de seguridad un poco más exhaustivas».
Por tanto, hasta que no lleven a cabo esediagnóstico a partir de Cuaresma, no podrán establecer un calendario de plazos para los trabajos. También serán restauradas más adelante, a largo plazo, las capillas laterales donde reciben culto la Virgen del Rosario y el Señor de la Sentencia. No obstante, el arreglo de unas grietas que están apareciendo en la bóveda de la basílica tendrá prioridad.
Apunta Jerónimo que tienen asimismo «un proyecto de iluminación con tecnología LED, que son sistemas lumínicos de baja tensión, regulables, dimerizables, de bajo consumo; y que al mismo tiempo te pueden ayudar a sacarle a esto el partido que tiene. Con un proyecto de iluminación en condiciones los oros esos se vendrían rápidamente a la vista, podríamos jugar incluso sacando los verdes que tienen esos mármoles, la pureza de ese mármol veteado con gris… La iluminación sería como elendulzamiento del interior del camarín».
Todavía está a tiempo de acercarse, hoy mismo, a la Macarena. Avisado está de que aún puede disfrutar de una imagen inédita desde hace 50 años del altar de la Esperanza y fijarse en cada detalle. Si es capaz de desviar la mirada de donde siempre. Si el resto no le da igual.
«La puerta del Cielo», a solas con la Macarena was last modified: noviembre 10th, 2015 by Redacción
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