Cuando la Amargura baja de su camarín se dice que un tiempo nuevo empieza en Sevilla y que la cuenta atrás hacia una nueva Semana Santa ha comenzado.
La Virgen ya se encuentra en el centro del presbiterio del altar mayor de San Juan de la Palma, ataviada aún de luto, esta vez, acompañada de San Juan Evangelista. Al fondo, dos pinturas, una de Santa Ángela de la Cruz y otra de Santa María de la Purísima. La Amargura se vestirá de reina este miércoles para el besamanos.
Este jueves, la hermandad celebrará una ceremonia de acción de gracias por la canonización de Santa María de la Purísima con la presencia de una representación de las Hermanas de la Cruz.
En la mañana del viernes, la Amargura ya estará en besamanos. Lo hará hasta el domingo, festividad de Cristo Rey, para conmemorar el LXI aniversario de la coronación canónica.
Durante estos tres días, los jóvenes, niños y mayores tendrán muy de cerca a su Virgen. La juventud realizará un encuentro íntimo de oración, a solas con la Amargura. Los más pequeños, participarán en una celebración de la palabra con una posterior ofrenda floral, mientras que en la jornada del domingo, les será dedicada la eucaristía a los veteranos.
Por otro lado, y como culto central del besamanos, el sábado 21 de noviembre a las ocho de la tarde, se celebrará la función solemne conmemorariva del aniversario de la coronación, con la predicación de Pedro José Rodríguez Molina, vicario parroquial de San Pedro y San Juan Bautista.
La Amargura vive una semana especial, la Virgen ya ha salido al encuentro de sus hermanos y de todos los sevillanos, a la espera de iniciar el besamanos del próximo fin de semana en San Juan de la Palma.
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