¿ que pasa en la lanzada?

Las heridas que más tardan en sanar suelen provenir de lesiones pequeñas. Y eso es lo que está a punto de pasar en La Lanzada después de unas elecciones que han tenido un final imprevisto por el triunfo del candidato alternativo Antonio Ramírez sobre el hermano mayor Miguel Calzado. Tras este resultado, un hermano ha impugnado el cabildo alegando la condición de delegado sindical de UGT del ganador y por la «profanación» de restos de los que sería responsable al menos un miembro de la junta ganadora.

El primer motivo se cae por si solo. Las normas diocesanas, las nuevas y las antiguas declaran incompatibles la pertenencia a una junta con “quien desempeñe cargo de dirección o responsabilidad en sindicato, organización o partido político” Ser delegado sindical no tiene nada que ver con esto y además, el Arzobispado ya respondió en su día a una pregunta en este sentido, por lo que ahora no se va a contradecir. No merece la pena ni comentar un segundo apartado del escrito que considera defensor del aborto libre a toda persona que esté afiliada o vinculada con la UGT. La tercera causa de la impugnación, la presunta profanación de restos de hermanos, sí es ya más delicada.Porque si se demostrara que esto ocurrió y no fue un accidente, estaríamos hablando de sentimientos, de raíces personales y estas son cosas que si provocan quiebras importantes. El diccionario define la profanación como el «tratamiento ultrajante o irrespetuoso que se hace de algo que se considera sagrado o digno de respeto “En este caso en la Lanzada las cenizas depositadas en la Capilla Sacramental se echaron bajo unas losas durante unas obras.

El jueves los ex hermanos mayores de La Lanzada se reunieron para poner un poco de cordura en esta locura que tanto daño puede provocar. Y lo que hicieron fue un llamamiento a recuperar la normalidad (la Iglesia y las dependencias están cerradas a cal y canto) y a que tome posesión cuanto antes la nueva junta e intente restablecer la concordia. Todavía se está a tiempo de taponar la herida de la lanza antes de que se infecte.