domingo, 26 de marzo de 2017

Sabor a Semana Santa en la limonada leonesa

No hay bebida más tradicional en Semana Santa en la provincia de León que la popular limonada. ¿Quien no la ha probado? Hoy os traemos su receta...


La Semana Santa se acerca y la tradición manda dejar de lado el vino y tomar limonadas o "matar judios" tanto en León capital como en gran parte de la provincia...

Una bebida que se ha convertido en un estandarte de esta época del año y que se bebe con decenas de miles de litros a lo largo y ancho de toda la provincia de León.

En los últimos años, las limonadas "industriales" vendidas por empresas especializadas han comido la tostada a la tradicional en buena parte de los locales hosteleros, pero aún existen sitios donde se puede beber una buena limonada completamente casera y que realmente es la esencia de esta bebida, el ir probando de bar en bar diferentes tipos de limonada hasta dar con una que nos cubre los sentidos...

Si os gusta probar una buena limonada casera no dejéis escapar esta receta tradicional: 

- Ingredientes necesarios para un garrafón de limonada de unos 15 litros:

Vino tinto, a poder ser de cosecha propia, del mismo año y hasta rellenar el garrafón.

Azúcar: aproximadamente 1 kg

Naranjas: sobre un 1 kg exprimida y otro 1 kg a trozos.

Limón: aproximadamente 1 kg exprimido y otro 1 kg a trozos.

Canela: Varias ramas según el gusto.

Plátano: (opcional) 1 Kg cortados a trozos.

Manzana: (opcional) 1 Kg cortadas a trozos, además si es reineta le da mucho más sabor.

Uvas Pasas: aproximadamente 0,5 Kg según el gusto.

Higos secos: aproximadamente 0,5 Kg cortados a trozos y según el gusto.

- Aparte de estos ingredientes, en muchas zonas tanto de la capital como de la provincia se le añade algún otro tipo de alcohol, como el cointreau, vermouht, ron o ginebra para dar un sabor tan intenso...¡Sin pasarse!


Se introduce todo en el garrafón después de dividir las partes de los ingredientes y se deja macerar al menos 4 o 5 días (lo normal es 8) en un lugar fresco y seco.

Además es necesario mover el garrafón varias veces al día para que fermente y se mezclen todos los sabores. 

El día que se quiera beber, se retiran las impurezas y se corrige el sabor dependiendo del gusto de cada uno: Más azucar, fruta y lo necesario para dejar al paladar un dulce suave.

Por último es importante servirse bien fría y como no, ¡disfrutarla!

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