La hermandad de las Aguas ha regalado, durante todo el mes de agosto, una imagen que quedará para el recuerdo de la corporación. Las tres vírgenes titulares; Mayor Dolor, Rosario y Guadalupe, han compartido estancia, juntas, con motivo del desarrollo de unas pequeñas obras de acondicionamiento en la capilla.
Virgen de Guadalupe de las Aguas durante el mes de agosto / EUGENIO BORREGO
Unos trabajos de mejora que han provocado la reubicación de los titulares en distintos puntos y estancias de la hermandad. Labores centradas, principalmente en el columbario del templo, situado a los pies del altar mayor y en la parte trasera del altar que preside, de forma habitual, la Virgen de Guadalupe, en el lateral izquierdo de la capilla.
Por un lado, el Señor ha sido colocado en la nave lateral, a la espera de la finalización de los trabajos. Mientras tanto, las tres imágenes marianas han presidido la sala de Juntas, de la primera planta, en un recoleto altar instalado para la ocasión por el equipo de priostía comandado por Francisco Javier Chamorro García y Luis Chávez Jiménez.
Virgen del Mayor Dolor de las Aguas durante el mes de agosto / EUGENIO BORREGO
Un motivo extraordinario que ha ofrecido esta estampa histórica en la corporación del Arenal y que devolverá a la capilla del Rosario de la calle Dos de Mayo a un «estado perfecto de salud», adecuado a las necesidades de la hermandad, a partir de su reapertura, el próximo viernes 11 de septiembre, con la celebración de una eucaristía.
Vírgenes del Mayor Dolor, Rosario y Guadalupe, de las Aguas, juntas en la sala capitular / EUGENIO BORREGO
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