DURANTE la Semana de la Pasión todo adquiere un significado especial, incluso lo que se ve a simple vista puede adquirir nuevos matices sabiendo el porqué o la trascendencia histórica detrás de esta elección. Es el caso de los colores utilizados por nazarenos y penitentes de las 44 hermandades de la Semana Santa, así como el tipo de túnica utilizada por los hermanos.
En primer lugar, la tipología más clásica divide los atuendos de los nazarenos entre túnica de cola y túnica de capa, aunque dentro de estos dos grupos hay un sinfín de variaciones. Las de cola son las utilizadas por las hermandades llamadas popularmente ‘de estricta penitencia’ o ‘de silencio’, ya que este tipo de vestimenta representa la penitencia de los pecados. El alto capirote lleva a la época de la Inquisición, donde los religiosos eran señalados con grandes conos en la cabeza como señal de castigo y se cubría con una tela en señal de penitencia, al igual que la cola de la túnica, que representa los pecados. El resto del atuendo lo componen la sotana, a imagen de la que llevaba Jesús, así como el antifaz y los guantes para garantizar el anonimato. Completan el hábito el cinturón de esparto y las sandalias. En Jerez, una veintena de hermandades sigue utilizándola, aunque hay cofradías que en vez de capirote llevan solo antifaz e incluso a cara descubierta (Amor y Sacrificio y Jesús Nazareno) o cuyas vestimentas prescinden de la cola (Sagrada Mortaja o Consuelo, entre otras).
Por otro lado, las hermandades con túnica de capa se identifican con cofradías de barrio o de corte más alegre y menos estricto en el cortejo. Por tanto, desaparece la cola, el cinturón de esparto es sustituido por el cíngulo, los capirotes son más bajos y aparece, evidentemente, la capa. En este sentido, un mayor número de cofradías utiliza este tipo de vestimenta. En concreto, 26. Cabe destacar que hay corporaciones que utilizan un tipo diferente de túnica para el cortejo del misterio y otra en el cortejo del palio, como es el caso de Santa Marta, Vera Cruz, Mayor Dolor y El Cristo.
En cuanto a la colorimetría también juega una baza importante el tipo de túnica elegida por la hermandad, siempre en relación con el carácter de la misma, aunque se cae en ciertos errores. Tradicionalmente, el color de las prendas de los nazarenos ha sido fiel reflejo de las túnicas de los cristos. En este sentido, la Iglesia estableció los usos litúrgicos de las vestimentas en el siglo XVI que fue ratificado en 1960 con Juan XXIII. Concretamente, se especifica que el blanco representa el júbilo y la alegría, celebrando el cuerpo de Cristo y la Resurrección, por lo que no debe utilizarse en la representación de la muerte y pasión de Jesús. En el Concilio de Trento se recogía expresamente que el color indicado era el morado.
Sin embargo, se establece una excepción para la utilización del blanco en la túnica de Cristo, ya que en el mundo hebreo este color estaba reservado a los enajenados mentales peligrosos, por lo que Herodes mandó vestir a Cristo de blanco para que todo el mundo se apartase de él. La segunda excepción es como símbolo de alcance universal, previo a la celebración de la muerte y pasión cristiana.
Por tanto, el color de las túnicas de los nazarenos deberían ser predominantemente blancas y moradas, a semejanza de las utilizadas por el Señor. Pero no es así. En la Semana Santa jerezana predominan las túnicas negras, debido a que se asocia al luto y al dolor del entierro de Jesús, pero sorprendentemente esto no tiene soporte litúrgico ni histórico, pues la Iglesia establece que el morado debe ser el color utilizado para la penitencia de la Semana Mayor. Andrés Luque Teruel, profesor de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla lo atribuyen a un invento moderno, ya que en la Semana Santa “no se celebra el luto. Las hermandades hacen un intento cada cierto tiempo por recuperar el morado”.
Aún así, en la Semana Mayor jerezana, un total de 17 cofradías utilizan el negro en el atuendo de sus nazarenos. De éstas, 11 llevan este color en túnica, antifaz y/o capa mientras que las 6 restantes están combinados con otras tonalidades. El predominante, sin embargo, es el blanco inmaculado que llevan 24 cofradías jerezanas entre sus filas. Cabe destacar que 17 de ellas lo combinan con otro color (verde esperanza, azul virginal o rojo pasión son los más destacables). El blanco es el color más llevado entre las hermandades con túnica de capa.
El morado, pese a lo descrito anteriormente, lo llevan en sus túnicas los nazarenos de solamente 8 hermandades. El resto de colores que llenan las calles de la ciudad durante la semana lo componen el azul marino o el marrón carmelita. Algunas de las cofradías, además, llevan elementos característicos de órdenes o parroquias a las que pertenecen. En este sentido, hasta cuatro hermandades llevan escapulario (el Consuelo, por ejemplo) o babero, como en el caso de la Sagrada Mortaja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario