A muchos les sonará la música de este proyecto, testado entre las hermandades cuando Manuel Románera tesorero del Consejo – finales de los 90- y vuelto a plantear en la época en la que Antonio Silva ocupó la dirección del área de Fiestas Mayores, a primeros de siglo. Pues el plan, que consiste básicamente en comenzar la carrera oficial en la Plaza de Villasís y hacerla pasar por la calle Tetuán y por la Plaza Nueva, es obra de Jesús Creagh, un veterano del mundo de las cofradías, que ha dirigido su hermandad de la Cena o la de San Esteban como comisionado. «Se le ocurre en realidad a José Carlos Campos Camacho. Nosotros, -dice Jesús- entramos en el Consejo en 1983. En 1985, el presidente me comenta que sería interesante, dadas las circunstancias, plantear un estudio en profundidad. Empecé a trabajarlo y en estos 30 años lo he ido actualizando y ampliando siempre con las mismas premisas, remodelar la carrera no parcheando, no llevarla a un sambódromo y teniendo en cuenta que el trazado actual no reúne las condiciones necesarias e indispensables para un evento de esta naturaleza» El proyecto lo habrían conocido todos los presidentes del Consejo aunque solo Luis Rodríguez Caso puso en práctica una de las ideas como fue la de vallar la Avenida de la Constitución.
Creagh parte de la premisa de que el actual recorrido nace de la casualidad y no de la causalidad. El recorrido, desde la Plaza de San Francisco, crece hacia el norte, es decir hacia la Campana porque la mayoría de las cofradías venían de aquella parte. «Si la hermandad del Gran Poder, El Silencio o el Santo Entierro en lugar de estar en esa zona hubieran estado en los aledaños de la Puerta de Jerez, la carrera habría crecido para el sur.
El 1850 -continúa- las 18 hermandades que hicieron estación de penitencia venían de ese sector. No existían cofradías que vinieran del otro lado.»·Según este proyecto que se plasma en cinco volúmenes, las cofradías entrarían por la Plaza de Villasís. A través de Martín Villa y la Campana llegarían por O’donell, Velázquez y Tetuán a los palcos de la Plaza Nueva, la Avenida y la Catedral. Este plan, según su autor «duplica el número de palcos, dignifican algunos sectores y se dota de un cien por cien de visibilidad a todos los abonados porque ahora hay sillas en la Plaza del Duque que cuando vienen las hermandades de Tetuán solo la intuyen; no la ven».Pero a su vez una novedad es la creación de parcelas de sillas fuera de la carrera. «El pueblo de Sevilla en su mayoría no puede disfrutarla y en este proyecto se tiene muy en cuenta la oferta de varios miles de localidades para utilizarlas de forma puntual por familias que no tengan accesos ni a sillas ni a palcos, en la calle Laraña, el Duque o la Plaza del Triunfo. No pasan todas las cofradías pero sí muchas. Serían sillas a bajo precio cuya recaudación incluso podría ir destinada a fines sociales». Dice el autor de este «proyecto Villasís» que con esta carrera oficial la Madrugada se arregla sin tener que cambiar el orden de las cofradías. Solo tendría que hacerse, en su opinión, una modificación, la permuta de Santa Marta por San Gonzalo para que los de San Andrés pudieran seguir regresando por la calle Cuna.
Así es el proyecto que con 30 años ya está muy maduro y quién sabe si listo para convertirse en realidad si alguien da el primer paso.
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